Después de la negativa del retorno del Penacho de Moctezuma a México, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que hubo “sana distancia” con el gobierno de Austria.
Sin embargo, insistió en la necesidad de buscar el regreso de esa pieza de arte, así como de todo el patrimonio mexicano que fue saqueado y que ahora es subastado en casas de arte en todo el mundo.
“Sostenemos que todas esas piezas de arte arqueológico, históricas, pertenecen al pueblo y que fueron sustraídas de manera ilegal, que es un patrimonio de México.
“Y no para el caso de Austria, sino para el caso de Estados Unidos y de Francia. Italia nos están ayudando mucho, con los carabineros de ese país, para recuperar piezas robadas de México”, dijo.
En la mañanera, el mandatario reconoció que sí estuvo molesto con la decisión del gobierno de Austria de no atender la petición de su esposa, Beatriz Gutiérrez, de prestar el Penacho de Moctezuma, pero ya se le pasó el coraje y a partir de ahí se dio la “sana
distancia”.
“No, ya se me pasó el coraje. Imagínense lo que significó que nos invadieran, ya pasó mucho tiempo de eso. Porque también tuvo que ver con la falta de patriotismo de los conservadores mexicanos que fueron allá a buscar a Maximiliano; no es culpa nada más
de Austria, es culpa también del conservadurismo de México”, reiteró el mandatario.
El presidente también rechazó la teoría de Austria en el sentido de que el penacho es muy frágil y corre peligro si es movido y trasladado a nuestro país.
“(No estoy de acuerdo) porque se cuida, ya hay medios, ya hay tecnología para cuidarlo y trasladarlo sin ningún problema, hay especialistas para este caso.
“Entonces, lo que ellos han argumentado es que se deshace, que ya no se puede mover y consideramos que no es válido, lo que pasa es que se sienten dueños, o sea, se apropiaron de algo que es nuestro”, remató.
MAAZ