A estas alturas del partido ya sabemos quién es la ministra Yasmín Esquivel y de qué se le acusa. Sin embargo, si aún no queda muy claro o no están enterados, a la ministra se le acusa de plagiar su tesis de licenciatura. Además, la UNAM emitió un comunicado en el cual detectaron una alta posibilidad de que la tesis efectivamente fue plagiada y que iban a enviar el caso para que este sea revisado por el Comité de Integridad Académica y Científica de la FES Aragón.
Ahora bien, la preocupación y la relevancia que ha tenido este tema no es menor. Recordemos que estamos hablando de una persona que busca la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cabeza del Poder Judicial en México, la máxima instancia encargada de lograr un efectivo control de la constitucionalidad en nuestro país.
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Para explicar el por qué dejar pasar el plagio de la ministra genuinamente puede ser un problema para el control de la constitucionalidad, nos viene bien recordar qué es este control y su objetivo. El control de la constitucionalidad lo que busca es que, a través de ciertos recursos o medios como el juicio de amparo, la acción de inconstitucional, la controversia constitucional, entre otros, se destruyan los efectos originados de las decisiones de los que tienen el poder político porque estos efectos son contrarios a lo establecido en la constitución.
Como ven, el control de la constitucionalidad es una parte importante de los objetivos que tiene el Poder Judicial mexicano y no es menor ya que precisamente controla al poder político. El que se haya revelado que es bastante probable que la ministra Yasmín Esquivel haya cometido plagio en su tesis nos preocupa porque; primero, es un fraude; segundo, quiere presidir a la SCJN; tercero, nos da indicios de que, si ya cometió fraude en su tesis de licenciatura, qué nos hace pensar que hará un buen papel como presidenta de la SCJN y no puede cometer otros actos fraudulentos o de corrupción que impidan controlar el poder político de una manera adecuada y efectiva, eliminando las anticonstitucionalidades que se presenten.
Este tercer punto es el que más preocupa sobre todo porque, en caso de llegar a la presidencia de la Corte, nada nos garantiza que la Corte no se vea afectada al tener a una persona como ella en el cargo. Además, recordemos que ella ya es ministra y presidenta de la Segunda Sala de la Corte, por lo cual podríamos empezar a investigar y cuestionar el trabajo que ha desempeñado en esas instancias.
Estamos en un sexenio en donde más que nunca necesitamos y toman relevancia los otros poderes para hacer contrapeso al Poder Ejecutivo y al sistema presidencialista en México. Lo ocurrido con la ministra no es menor y esperemos que en el transcurso de estas semanas tengamos más información respecto al caso, esperemos que el comité encargado de revisar y determinar si hubo plagio o no haga un trabajo adecuado y transparente. Sobre todo esperemos que, independientemente de la decisión que tome el Comité de Integridad Académica, los ministros de la SCJN y el actual presidente Arturo Zaldívar estén conscientes de lo que hacen cuando se den las elecciones en sesión pública.
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