El sacerdote Javier Ávila Aguirre, mejor conocido como "El Pato", aseguró que la falta de avances en la detención de José Noriel Portillo Gil, alías "El Chueco", es muestra de una impunidad vergonzosa que no solamente mancha a los homicidios de los clérigos Javier Campos y Joaquín Mora, así como del guía Pedro Palma.
El también presidente de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos indicó que este grupo religioso y la comunidad en Chihuahua ha sido testigo de las promesas y operativos que no han tenido ningún resultado a favor de la tranquilidad de la ciudadanía.
A seis meses de que se llevara a cabo el asesinato de los tres hombres en la parroquia de San Francisco Javier, se han desplegado diversas acciones de la policía, pero ninguna de ellas ha culminado con la detención del agresor.
En entrevista con Sergio Sarmiento para la señal de radio de El Heraldo Media Group, el sacerdote dijo que los jesuitas mantendrán sus actividades en la zona y seguirán exigiendo que se lleve a cabo la aprehensión del criminal al que se reconoce por tener el control de diversas actividades delictivas en la zona.
"Si no tuviéramos la esperanza, no seguiríamos insistiendo y con el dedo en el renglón", dijo.
Fue el pasado 20 de junio cuando "El Chueco" entró al templo con el fin de asesinar a Palma, cuando los religiosos intentaron defenderlo y tratar de convencer al capo de no jalar al gatillo, este disparó en contra de los tres y huyó del lugar.
Al no encontrar pistas que permitieran dar con el agresor, las autoridades emitieron una recompensa de cinco millones de pesos para quien diera los datos necesarios para poder capturar al criminal. Hasta entonces, sigue prófugo.
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