MÁS DE 120 AÑOS DE HISTORIA

Ignacio Netzahualcóyotl: al rescate de los textiles y los tejidos originarios de Contla

El artista textil y diseñador es heredero de una tradición en la creación de piezas que se remonta a sus bisabuelos

NACIONAL

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Ignacio comenzó a trabajar con los textiles desde que tenía 8 años en el taller de sus papás. FOTO: IG / @ignetzahualcoyotl

En 2012 obtuvo el Galardón Nacional de Arte Popular emitido por el Fondo Nacional de las Artes (Fonart) y Sedesol, mientras que un año después fue reconocido como “Leyenda Viviente del Arte Popular” por Fomento Cultural Banamex. Ahora, a sus 38 años de edad, Ignacio Netzahualcóyotl, artista originario de Contla de Juan Cuamatzin, Tlaxcala, es identificado como uno de los máximos representantes del tejido en telar antiguo en todo el país. Como prueba de ello, el año pasado se hizo merecedor del primer premio en la categoría Mejor Obra en Técnica y Material Tradicional del certamen de Grandes Maestros del Patrimonio Artesanal de México 2021, que otorga la Secretaría de Cultura Federal.

Cuestionado acerca de la labor que realiza, el artista confesó en entrevista con El Heraldo Digital que este trabajo se ha convertido para él en un estilo de vida desde hace muchos años y se remontó a la época en que a sus 8 años de edad comenzó a laborar en el taller de sus papás, el cual empezó a funcionar en 1898 cuando sus bisabuelos comenzaron a trabajar con técnicas de tejido y teñido que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX, mismas desde entonces han sido transmitidas de generación en generación en la familia Netzahualcóyotl.

En ese sitio, Ignacio inició la elaboración de sus primeros tejidos y así siguió hasta los 12 años, época en que comenzó a teñir, motivado por lo que hacían sus abuelos y su papá: "De mi niñez siempre fui artista plástico; de joven, hasta como los 18 años, a la par que tejía desarrollaba pintura y dibujo. Pero justo como a los 20 años decidí que me enfocaría completamente a los textiles", contó. Su familia ha trabajado el tejido de telares con procesos originales desde hace más de 120 años, utilizando fibras naturales de lana o algodón en sus telares coloniales, o de pedales, para la elaboración de sarapes. 

"Tenía este compromiso de explorar los textiles a una forma más artística"

Ignacio Netzahualcóyotl empezó a teñir a partir de los 12 años de edad. FOTO: Facebook 

Ignacio recordó la inquietud que de niño lo llevó a sentir atracción por los colores de los tintes, mientras veía a su papá tejer en el taller familiar productos que considera ahora algo diferente a lo que se elaboraba en aquella época en esa zona de Tlaxcala. Fue entonces cuando encontró su motivación: "Tenía este compromiso de explorar los textiles a una forma un poco más artística y eso me motivó para dedicarme a esto," confesó. Eran los años 90 y a Ignacio le tocó, a la par de su iniciación artística, vivir el declive de la artesanía local debido a la industrialización textil:

"Me tocó vivir en mi niñez todo el declive de la artesanía textil, supongo que debido a la globalización. La aparición de productos de diferentes calidades y costos, ya no había una forma de competir y mucho menos de dedicarte a ello", expresó. Sin embargo, ni él ni su familia dejaron morir su tradición textil centenaria. "La situación artesanal textil en Contla, Tlaxcala, se fue a un declive hasta en un 80%, y es lo que me motivó a dedicarme completamente al textil. No fue una decisión errónea ni mucho menos un sacrificio. Fue ese amor que tengo por las fibras, por los colores naturales, por las texturas, las iconografías. Eso me ha llevado a hacer un trabajo con un poco más con el corazón", destacó Netzahualcóyotl.

En su trabajo, el artista textil utiliza fibras naturales de lana y algodón. FOTO: Facebook 

Además, el artista reconoció que el taller que lleva el nombre de su familia se ha convertido en sí mismo en una especie de resistencia para evitar que la industria los absorba y continuar tejiendo. La formación artística de Ignacio siguió con la llegada del nuevo milenio y se perfeccionó al transcurrir de los años, esto lo llevó a crear su estilo personal y a comenzar a coleccionar galardones y reconocimientos gracias a su trabajo con los textiles y los tejidos originarios. Entre ellos el ser nombrado en 2019 como uno de los mejores 50 artistas textiles del mundo en la VIII Bienal de Arte Textil Contemporáneo WTA, en España. 

Su taller le permite diseñar, recrear y explorar de una manera más personal

Fue ese mismo año cuando Ignacio Netzahualcóyotl decidió iniciar su propio taller en Contla, luego de llevar durante una década el taller familiar: "Tenía como 20 o 22 años cuando empecé a llevar el taller de mis papás y comenzar a ver, desde los materiales, una forma más sustentable de lo que hacemos. En casa la mayoría de los tintes que utilizamos los separábamos, los sembramos, los cultivamos y propiamente los teñimos. Cuando tuve una oportunidad de más independencia fue que ya formé mi propio espacio," narró el artista textil.

El tener su propio taller le ha "permitido crear de una manera más honesta". FOTO: Facebook

Esto le dio una mayor independencia y amplió su margen para la creación: "Esto me dio muchas posibilidades, porque ya no solo tenía la parte tradicional; me permitió diseñar, recrear piezas, explorar un poco más de manera personal y creo que complementa el trabajo de mi familia. Me ha permitido crear de una manera más honesta", expuso. Para Ignacio su taller es un espacio de enseñanza abierto a los jóvenes, al cual pueden acudir sin costo alguno. El objetivo es que lleguen a conocer el trabajo que se realiza y que lo compartan con los demás, con su comunidad y más allá de los límites municipales o estatales, aseguró. Solo les pone una condición:

Netzahualcóyotl es heredero de una tradición artística familiar que se remonta a 1898. FOTO: Facebook

"Que lo que se cree en el espacio creativo sea directo para la venta, como una forma de producir obras con cierta expresión. Pero no podríamos funcionar como taller si no tuviéramos un ingreso. Y ha funcionado, de tres años a la fecha creo que ha crecido este espacio", enfatizó. Netzahualcóyotl destacó que en este tiempo en su taller se han formado ya tres generaciones de jóvenes, en quienes ve un genuino interés por aprender sobre esta actividad.

"Eso es algo que me maravilla y tengo un compromiso grande de seguir haciéndolo todos los días", y sabe muy bien por qué: "En Contla hay muy poca gente que lo hace, pocos jóvenes, poco trabajo en torno a los textiles tradicionales. Entonces, la visión que tengo es compartir a través del saber, del conocimiento. Sincerarse con las tradiciones de donde se proviene, con la identidad que uno tiene, con nuestras raíces de origen nahuas e indígenas", recalcó.

"Trabajar con textiles es trabajar con la identidad"

El artista textil trabaja con técnicas de tejido y teñido que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. FOTO: Facebook

Ignacio destacó que para él trabajar con textiles es trabajar con con la identidad de los pueblos, lo que lo ha conducido a redefinirse a sí mismo y al propio trabajo que realiza su familia desde hace 124 años.

"Me ha permitido expresar a través del trabajo personal, el pensamiento de toda una comunidad o de un municipio, y creo que ahí está el valor de la identidad. Que el trabajo marca el pensamiento general de una comunidad, en este caso de una comunidad indígena nahua."

A su vez recordó los casos recientes sobre marcas y empresas internacionales que se han dado a conocer por presuntos casos de plagio de textiles originarios: "A lo mejor las marcas lo expresan como especie de reconocimiento al trabajo pero si no hay un beneficio que llegue a la comunidad no hay nada que reconocer, porque las comunidades en donde se gestan los plagios siempre hay necesidad, y la necesidad es espantosa. No hay una forma de generar respeto si no es a través del beneficio, un beneficio directo hacia las comunidades" que son víctimas de palgio, explicó.

Uno de sus trabajos que fue recientemente exhibido en Xcaret, Quintana Roo. FOTO: Facebook

El artista textil destacó la importancia de darle el reconocimiento justo al trabajo que desempeñan las y los artesanos, por la importancia social y cultural que tienen los pueblos y no por un valor estético o cultural. Ya que es ahí cuando cree necesario proteger y difundir las técnicas como una herramienta para evitar estos plagios: "En dado caso que hubiese el interés de alguna marca, no veo descabellado que lo comunique a una comunidad porque no hay a quien comprarle una identidad, eso no tiene valor. Pero sí hay un valor moral que podría justificar el uso de determinadas iconografías, técnicas o pensamientos y de esa manera habría un beneficio mutuo, tanto para las marcas como para la población", reafirmó.

Los tintes y su conexión con el pasado artístico familiar

Para Ignacio Netzahualcóyotl su trabajo como artista textil trasciende más allá del espacio-taller en donde labora, pues el contacto con las fibras naturales, con las texturas, y los sentimientos durante el proceso de elaboración de los tejidos es una manera en la que reconecta con sus ancestros. Algo que rememora cada que elabora los gabanes: en su gran mayoría piezas con tintes naturales, elaborados con lana o algodón y casi todos en color azul por el añil, "una cuestión personal", confesó. 

Ignacio abrió su propio taller textil en Contla, Tlaxcala, hace tres años. FOTO: Facebook

"Tratamos de reinterpretar nuestros sarapes y gabanes, hacer una forma más fácil de su ejecución y llegar a un público más variado. Esto nos ha permitido generar nuevas líneas de diseño o de textura, nuevos modelos, para que llegue la cosmovisión que tenemos en torno al sarape", reflexionó. Este tipo de trabajos que ahora Ignacio enseña a las nuevas generaciones, puede llevarle desde semanas hasta un año para su elaboración, además que puede integrar, como en su obra más colorida, hasta 120 diferentes colores en lana y 20 en algodón. 

Desde lienzos de cojines, tapetes, cobijas y, en un sentido más personal, instalaciones, Ignacio convierte en arte todo lo que toca, siempre a través de los textiles y de una manera genuina. Si bien los reconocimientos que ha recibido han motivado a más personas, sobre todo jóvenes, a acercarse al trabajo textil y en concreto a su taller, Netzahualcóyotl tiene claro que no se dedica a los tejidos por este objetivo: "no trabajamos para los premios. Hay mucho trabajo por hacer y creo que se han dado pasos muy firmes y están ahí planteados para seguir caminando dentro de esta lucha que se ha tenido, la de ser escuchados, de ser vistos", enfatizó.

Los gabanes son elaborados en telares coloniales o de pedales. FOTO: Facebook

Finalmente, aseguró que dentro de la lucha que han tenido los pueblos de ser escuchados, el Gobierno ha hecho algunos apuntes correctos al comenzar a impulsar, valorar y reconocer el trabajo artesanal que realizan. Pero no es suficiente, declaró, ya que es un asunto que va desde la educación en las aulas hasta todos los demás sectores sociales. "Creo que el campo virgen de las artesanías en el mundo profesional es impresionantemente amplio. Hay mucho que hacer ahí, se ha empezado a explorar, entonces creo que eso va a llevar muchos años por delante.. o quizá no", reflexionó, y dejó la respuesta abierta al momento presente, ese punto desde el cual se aferra para seguir creando y transformado su entorno como lo ha hecho hasta ahora.

La elaboración de los tejidos es una manera con la que Ignacio reconecta con sus ancestros. FOTO: Facebook

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