La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, encabezó la entrega al Senado de la República del fuego sagrado proveniente del Fuego Nuevo evento que busca reivindicar la cultura y acciones de los pueblos y barrios originales de Iztapalapa.
La funcionaria aprovechó la oportunidad para pedir a los senadores su apoyo para que tanto la Semana Santa y la ceremonia de Fuego Nuevo sean postuladas para registrarse en la lista de patrimonio mundial y material de la UNESCO.
"La representación de la Semana Santa se considere en la lista de los espacios de los puntos que deben ser reconocidos a nivel mundial, es decir esta tarea no es nueva, lo logramos así hace años que fuera reconocida la representación, por ejemplo, de la Semana Santa como una cultura intangible para la Ciudad de México. Ahora queremos que todo esto se convierta también en patrimonio cultural inmaterial de nuestro país, que sea la base para que esta manifestación tan relevante", indicó.
Tradición llena de simbolismos
En la ceremonia, Brugada detalló que la ceremonia ancestral del Fuego Nuevo es una de las más importantes en el Valle de México, llena de simbolismos, identidad y de significados del México antiguo y también del actual.
"El encendido del Fuego Nuevo es una de las tradiciones que se mantenga porque ha resistido mucho tiempo, hace más de mil 300 años que pasó esta tradición en el cerro de la Estrella", explicó.
Ahondó que el Ritual del Fuego Nuevo significado el renacer en todos los rincones del mundo, conocidos por nuestros abuelos y de las llamas sagradas hacer de los templos hasta los clecuiles que calentaba los canales", manifestó.
Cada 52 años, indicó, se apagaban los fuegos de las casas y los recintos sagrados, y en la noche los sacerdotes que portaban una paca de cañas, las cuales simbolizan los años transcurridos, ascendían a la cima del cerro de la Estrella para esperar el momento por el cual las estrellas brillantes llegaban al zenit.
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