El mayor reto como padre soltero para Enrique Salazar Torres, un consultor independiente de 43 años de edad, lo enfrenta durante la presente pandemia porque, incluso contagiado de COVID-19, ha redoblado esfuerzos para mantener y cuidar de sus tres hijos menores de edad, e incluso tomar el papel de docente.
“Todo ha sido más difícil, ya que es dividir el tiempo entre las clases en línea y mi trabajo; en las clases es hacer todas las tareas, mandar las actividades y estar al pendiente de que tengan todo en orden… no es lo mismo que vayan a la escuela en clases presenciales a tenerlos acá, en casa”, narró a este diario.
Como Enrique, que este domingo festeja el Día del Padre, en México hay alrededor de millón 350 mil 800 hombres que viven en su hogar con al menos un hijo o hija, y cuyo estado civil es separado, divorciado, viudo o soltero, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los llamados “papás solteros” representan apenas el 6.4 por ciento de los 21.2 millones de hombres de 15 años y más en el país que se identifican como padres y cuyos hijos residen en la misma vivienda.
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Al ser uno de “los papás luchones”, Enrique también se ocupó de la educación de sus hijos: uno en tercero de primaria, el segundo en primero y la pequeña en kínder. El mayor reto como maestro, recuerda, le tocó el inicio de la pandemia justo cuando su segundo hijo pasaría del kínder a primaria sin saber leer ni escribir.
“Ese trabajo me tocó a mí; hoy en día ya sabe”, dijo.
Por su profesión, también se le complicó mantener el mismo nivel de ingresos económicos porque la emergencia sanitaria le disminuyó la cartera de clientes e incluso perdió algunos.
A pesar de todo, Enrique festeja que lo positivo de la contingencia ha sido pasar más tiempo con sus hijos.
Agregó que, como familia, ya tienen planes para cuando termine la pandemia, y será ir a la playa para distraerse, “olvidar todo esto; que nos divirtamos”.
POR IVÁN E. SALDAÑA Y DANIEL OJEDA
MAAZ