Luego de mese suspendido los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron reactivar desde el próximo lunes el programa Quédate en México, mediante el cual se obliga a los migrantes que solicitan asilo en la Unión Americana a permanecer en los estados fronterizos mexicanos hasta que sus trámites sean definidos por las cortes estadunidenses en la materia.
La controvertida medida se toma luego de que el gobierno estadounidense busque cumplir con la orden de una Corte federal con sede en Texas para reinstalar el programa.
En entrevista con Ana Lomelí en el espacio de Javier Alatorre para El Heraldo Radio, el padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, brindó el panorama que existe en torno a los migrantes así como las implicaciones que tendrá esta medida.
Cuestionado si Ciudad Juárez está lista para recibir a los migrantes, el especialista indicó que nunca estaremos listos ni preparados para tal flujo migratorio, pues no se debe olvidar que se trata de seres humanos y no solo es un tema de asilo, pues implica más rubros como la salud tanto de los migrantes como de los ciudadanos de la ciudad fronteriza.
Explicó que tan solo en el albergue que dirige, hay como 450 migrantes que son mexicanos desplazados de entidades como: Tapachula, Guerrero, Oaxaca. Michoacán y Jalisco.
Asimismo explicó que tras una reunión con autoridades estadounidenses, se planteó esta situación de los migrantes mexicanos, a lo que la respuesta fue que no hay ningún plan ni proyecto para este sector migrante.
En sí, el activista definió su situación como una crisis humanitaria donde el gobierno mexicano ha brillado por su ausencia, al grado de que mejores autoridades estadounidenses están tomando cartas en el asunto.
¿Cómo podemos ayudar?
Cuestionado sobre cómo la sociedad en general puede apoyar en esta materia, el padre Javier Calvillo dijo que primero se debe poner el tema en diálogo, con el fin de mostrar la situación, los rostros de todos niños, jóvenes, y de todos los migrantes tanto extranjeros como mexicanos para que la comunidad conozca todo este dolor e indiferencia que hay para ellos.
Asimismo se tiene que informar a la comunidad lo que está pasando, “tenemos que hacer conciencia”, señaló el activista. De igual manera lamentó el hecho de que idealmente este tema debe ser tarea del gobierno, a quien le toca esa labor, sin embargo hacen poco o nada para solucionarlo, comentó.
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