Luego de que el Gobierno Federal decidió que se cerraran las puertas del penal de Alta seguridad de Puente Grande, el periodista Jesús Lemus, reveló en "La entrevista con Martha Anaya" revive casi siempre, cuando percibe un olor o un sonido, llevándolo a la cárcel, en donde recuerda las torturas y golpizas que recibía a mitad de la madrugada y como es que el sistema atentó contra su integridad, dejándolo sin comer días completos, sin poder beber agua por más de 30 horas, en el que finalmente pudo sentir alivio después de todo lo que vivió.
"Me dio mucho gusto que otra vez la cárcel (Puente Grande) iba a cerrar y ya no iba a haber más torturas dentro de esa prisión", señaló el periodista.
Lemus dijo que desde que anunciaron el cierre de la cárcel, sintió mucho gusto, además de que pudo dormir, en el que pasó tres años en prisión.
¿Por qué fue encarcelado?
El también escritor afirmó que llegó a prisión acusado de alta peligrosidad, mismo que se le fabricó un expediente muy grande, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública a cargo de Genaro García Luna, ya que él estaba incomodando al sistema de ese sexenio y al presidente Felipe Calderón, cuestionando la guerra contra el narcotráfico.
Dijo además que llevaba dos años insistiendo en el tema del combate al narcotráfico y señalando las relaciones que tenía la familia de Calderón, específicamente Luisa María Calderón Hinojosa con Servando Gómez, alias "La Tuta", jefe de los Caballeros Templarios.
"Eso hace que me secuestren y aparezca en una cárcel de máxima seguridad, acusado de delitos de narcotráfico", agregó.
Al respecto, dijo que al ser señalado como un reo de alta peligrosidad, pidieron que se trasladara al sector Centro Observación y Clasificación, siendo "el más férreo y duro", donde compartió la estadía con criminales como Rafael Caro Quintero, Mario Aburto, Humberto Rodríguez Bañuelos, Daniel Arizmendi, entre otros criminales de alto riesgo.
¿Cómo convivió con criminales de alto riesgo?
Jesús Lemus afirmó que no convivió con los criminales antes mencionado, ya que en permanecían en una celda de 2x3 metros cuadrados, desnudos y aislados unos de otros criminales, y después cuando es trasladado al sector de os procesados, había convivencia, en donde se podía salir una hora a la semana al patio, o dos, y ahí es cuando hubo el acercamiento con mucho de los presos de pláticas y anécdotas, en donde se dedicó a platicar con muchos de ellos para recabar historias, de como estaba el narcotráfico y cómo estaba estructurado.
El escritor dijo que su estadía no iba a ser permanente en el que siempre iba a ser inocente, sabiendo que iba a quedar libre en el momento que Felipe Calderón terminara su sexenio.
"Me dediqué a hacer periodismo sin libreta y sin pluma, únicamente con el recurso de la palabra", afirmó.
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