Greg Abbott, gobernador de Texas, anunció este lunes el despliegue de otros 400 soldados adicionales de la Fuerza Táctica Fronteriza al Valle del Río Grande, esto para que trabajen junto con la Patrulla Fronteriza, al mando de la administración de Donald Trump, en la detención de migrantes.
La decisión forma parte de las medidas que se siguen implementando para reforzar la seguridad en la frontera entre Estados Unidos y México. El gobernador Abbott informó que esta acción forma parte de los esfuerzos de su administración por contener lo que calificó como una “crisis fronteriza” que Texas ha enfrentado durante los últimos años.
Fue mediante un comunicado como Abbott dio a conocer que 400 elementos de la “Fuerza Fronteriza Táctica de Texas” habían salido de los cuarteles la mañana de hoy acompañados de helicópteros C-130 y Chinook.
El operativo, dijo, se llevará a cabo en coordinación con la Patrulla Fronteriza, siguiendo los lineamientos establecidos durante la administración del expresidente Donald Trump, quien implementó una política de seguridad más estricta en la frontera.
Fuerza Táctica Fronteriza de Texas fue creada en 2023
Cabe recordar que la Fuerza Táctica Fronteriza de Texas fue creada en 2023 como parte del plan estatal de seguridad fronteriza y desde esa fecha ha realizado diversas operaciones destinadas a frenar el tráfico de personas y drogas, así como a controlar la entrada de migrantes indocumentados.
“Texas ha tenido que soportar una crisis fronteriza porque Joe Biden, expresidente, mantuvo su negativa de proteger a los estadounidenses”, declaró Abbott, que señaló al demócrata como responsable del incremento en el flujo migratorio.
Y agregó: “Texas tiene un compañero en la Casa Blanca con el que podemos trabajar para asegurar la frontera de Texas con México”.
Este nuevo despliegue tiene como objetivo fortalecer las acciones ya existentes y cubrir puntos clave del Valle del Río Grande, una de las regiones más transitadas por migrantes.
Reacciones al despliegue de soldados en la frontera
Este anuncio ha generado diversas reacciones, ya que mientras que sectores conservadores han aplaudido la decisión como una medida necesaria para proteger la soberanía estatal, organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación por el incremento de la militarización en la frontera y el impacto en las comunidades migrantes.
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