Aparentemente, el Silicon Valley Bank se encontraba en una situación de insolvencia después de que sus clientes retiraran 40 mil millones de dólares de depósitos en tan solo el curso de dos días. Aunque estos sucesos traen agrios recuerdos de la crisis financiera de 2008, este fue un evento distinto.
Al respecto, el vicepresidente de Supervisión de la Reserva Federal (FED), Michael S. Barr, afirmó que el fracaso de SVB fue resultado de un mal manejo de riesgos básicos relacionados con tasas de interés y liquidez. Sin embargo, la caída de este banco también fue resultado de una falta de regulación, algo que sí resuena con lo ocurrido en la Gran Recesión.
¿Qué hay detrás del desastre?
Se esperaría que después del desastre que fue la crisis de 2008, las autoridades financieras habrían aprendido que la vigilancia y la regulación del sistema financiero son una pieza fundamental para el bienestar económico.
Lo irónico es que las autoridades sí aprendieron. Es por eso que en 2010, el Congreso estadounidense aprobó la Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act. Esta ley estableció altos estándares regulatorios para evitar que un desastre así ocurriera otra vez.
¿Todos los bancos estarían bajo este exigente paradigma? Sí, en general, pero solo bancos que contarán con más de 50 mil millones de dólares en activos estarían sujetos a estrictas y rigurosas revisiones anuales. Es decir, bancos lo suficientemente grandes que en el caso de que se vieran en problemas habría una probabilidad de contagio.
Caso omiso a las reglas
Bancos como SVB, que contaba con 212 mil millones de dólares en activos a finales de 2022, debieron estar sujetos a estas reglas. Sin embargo, en 2018, Donald Trump firmó la Economic Growth, Regulatory Relief, and Consumer Protection Act que permitió que bancos con menos de 250 mil millones de dólares en activos estuvieran exentos de los amplios estándares prudenciales impuestos por la Dodd-Frank Act. Todo esto después de una intensa campaña por lobbyists del sector bancario con el objetivo de bajar los estándares regulatorios. Al final, parece que las autoridades estadounidenses no aprendieron.
Lección fallida
Como antes mencionaba, los errores de SVB eran temas básicos. Cualquier estudiante de finanzas pudo haberlos identificado. Y, de hecho, los funcionarios de la FED sí los identificaron.
De acuerdo con Reuters, la FED emitió 31 advertencias a SVB desde 2019 por preocupaciones sobre su solidez. Sin embargo, “los supervisores de la Reserva Federal no tomaron medidas suficientemente fuertes”, afirmó el vicepresidente de Supervisión en la “autopsia” sobre SVB publicada por la FED.
En el reporte, el funcionario resaltó que los bajos estándares regulatorios impuestos por la ley de 2018 impidieron que la FED actuara a tiempo y con eficacia. ¿De qué sirve enviar advertencias sin buscar esforzarlas? Es triste que, después de una experiencia como la que sufrió el sector bancario en 2008, sus directivos y las autoridades no hayan aprendido su lección. Es cierto que son situaciones diferentes, pero un factor común es la falta de prudencia por parte de directivos a la hora de medir sus riesgos.
Malos supervisores
En su último año, SVB no contó con un chief risk officer (CRO), algo que es sumamente insensato para una institución de su tamaño. Un CRO hubiera identificado ese riesgo y pudo haber tomado pasos para reducirlo. Sin embargo, no es solo problema de SVB.
Prueba de ello fue el fracaso de Signature Bank dos días después y más recientemente, First Republic Bank. La FED quiso pintar a SVB como un caso atípico, cuando la realidad es que es un problema sistémico.
Lo más lamentable, en mi opinión, es que los ciudadanos estadounidenses sigan teniendo que pagar los platos rotos de banqueros irresponsables que se otorgaron bonos de miles de dólares horas antes de que la FDIC se apropiara del banco, de acuerdo con CNBC.
Todo esto porque los estándares regulatorios adecuados no estaban establecidos. La FED y el FDIC informaron que levantarían el límite de 250 mil millones de dólares que asegura el FDIC en caso de una falla bancaria para poder pagarle la cantidad total de sus depósitos a los clientes de SVB.
Aunque este dinero proviene de un fondo que se administra con cuotas que el FDIC cobra a los bancos, sigue siendo un costo al público. Si el FDIC levanta el límite del seguro cada vez que un banco falla para pagar todos los depósitos, ¿qué detiene a otros bancos de actuar de la misma manera que SVB? No es sustentable. La FED lo sabe, pero, ¿lo saben los directivos financieros? Yo creo que no.
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