Rusia deportó a varios niños ucranianos que estaban en zonas de su país ocupadas o en conflicto para llevarlos a la nación euroasiática con el objetivo de garantizar sus derechos, al menos era lo que Maria Lvova-Belova, la llamada “cazadora de niños” de Vladimir Putin informó como comisionada por el Kremlin para los Derechos Humanos de los niños. Sin embargo, un pequeño grupo de niños que fueron rescatados de su cautiverio, describieron los horrores que sufrieron en su estancia rusa.
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De acuerdo con informes ucranianos, Rusia ha secuestrado cerca de 20 mil niños desde que el ex agente de la KGB decidió invadir la nación del presidente Volodimir Zelenski. Pero los 31 niños ucranianos que fueron salvados y ya están con sus familias coincidieron que sus captores los “trataron como animales” y los obligaron a vivir en condiciones deplorables.
Representantes del gobierno del Kremlin siguen acercándose a las familias que viven en provincias ucranianas que hablan ruso. Son persuadidas para que evacúen a sus hijos y vayan a Rusia donde ahí, les aseguran, pueden estar a salvo de los ataques ucranianos en el frente de guerra que se desarrolla desde hace más de un año. Los secuestros también se han presentado en la población civil en Ucrania cuando fueron encerrados en un sótano de una escuela a un mes de haber iniciado el conflicto armado.
Una madre ucraniana, Tatiana Vlaik de la ciudad de Jersón, contó cómo su hija Lilya de 11 años de edad, fue enviada en un “viaje escolar” a la Crimea ocupada desde septiembre pasado. “Tenía miedo”, dijo la angustiada madre. “Es una guerra y le dije que podría no ser tan fácil recuperarte. Pero sus amigos iban y ella realmente quería ir”, expresó citada por el Daily Star.
Los “siniestros” motivos de Rusia
Pero los padres de familia que intentaron recuperar de nuevo a sus hijos que fueron evacuados a Rusia, que solamente querían ponerse en contacto con ellos, aseguraron que descubrieron los “motivos siniestros” que en realidad pensaba llevar a cabo el gobierno del presidente Vladimir Putin. Uno de los casos fue expuesto por el defensor de los niños de Ucrania, Mykola Kuleba, quien declaró para el Daily Telegraph que los niños habían sido mantenidos en condiciones de vida espantosas.
“Hubo niños que cambiaron de ubicación cinco veces en cinco meses, algunos niños dicen que estaban viviendo con ratas y cucarachas”, indicó Kuleba.
El pasado viernes en una conferencia de prensa, uno de los niños que fueron salvados afirmó que durante su cautiverio en Rusia fueron maltratados y separados. “Nos trataron como animales. Estábamos encerrados en un edificio separado”. Según el Daily Star, los niños fueron llevados a “campos de reeducación” rusos.
En aquellos lugares, dijeron a los menores de edad que sus papás ya no los querían y por eso los habían llevado a ese lugar. Asimismo, los niños fueron adoctrinados con la propaganda de Rusia. Otro testimonio más de una madre llamada Inessa Vertash de la ciudad de Berislav en el sur de Ucrania, le dijo a The Times que su hijo adolescente Vitaliy se había quejado de abusos sexuales generalizados en los campos rusos.
“Me dijo que los trabajadores del campo estaban obligando a niñas ucranianas de 13 años a tener sexo con ellas”, dijo Inessa.
Mientras que Natalia, contó cómo logró rescatar a su hija Dasha cuando llegó a Rusia desde Polonia y Bielorrusia. Una vez en el campo de refugiados, la madre logró llevarse a su hija, pero indicó que atrás vio a un grupo de niños ucranianos que lloraban al quedarse aún sufriendo las condiciones “infrahumanas” de los campos rusos.
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RMG
