En un mensaje de Pascua, el Papa Francisco pidió ayer oraciones para el pueblo ucraniano y ruso, elogió a los países que reciben a los refugiados y rogó a israelíes y palestinos afectados por el brote de violencia que creen un "clima de confianza".
Entre las flores primaverales que decoraban la Plaza de San Pedro, el Pontífice celebró junto a docenas de prelados y hasta 100 mil peregrinos y turistas, el día más señalado del calendario cristiano.
Francisco, de 86 años, completó la cita con un discurso tradicional sobre conflictos mundiales. Pidió "confianza entre personas, pueblos y países" y dijo que el júbilo de la Pascua "ilumine la oscuridad y el pesar en el que se ve envuelto el mundo".
Asimismo, como cada Pascua, el Papa hizo un llamado a la paz en Oriente Medio, que se hizo más urgente por la reciente violencia en Jerusalén y los intercambios de fuego transfronterizos entre Israel, El Líbano y Siria.
Un palio al borde de las escaleras en la plaza protegía al pontífice, en una nueva aparición pública 12 horas después de una vigilia de más de dos horas en la Basílica de San Pedro.
En general, Francisco se ha recuperado, tras pasar tres días hospitalizado en Roma, la semana pasada, para combatir una bronquitis.
Al final de los actos de ayer, Francisco empezó a parecer cansado. Su voz se tornó ronca y en un momento interrumpió su discurso para toser.
AP Y REUTERS
LSN
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