Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como "el Papa Francisco", ha hablado nuevamente del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, específicamente del presidente del país Euroasiático. El Sumo Pontífice 266º de la Iglesia Católica —y actual jefe de Estado y el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano— fue entrevistado por el medio de comunicación Radiotelevisión Suiza (RSI) por el periodista Paolo Rodari y durante la charla, emitió declaraciones sobre: las prioridades del pontificado, la acogida para todos, la guerra en Europa Occidental, otros conflictos similares, las relaciones con el predecesor y el "más allá".
"Es un hombre muy amable", argumentó el Papa a favor de Putin
Vatican News fue quien adelantó un extracto de la entrevista, pues esta se publicará el día de mañana 12 de marzo, en la víspera del décimo aniversario de su elección. Lo que más sonó de ella, fue que cuando se le cuestionó al Santo Padre qué haría si se volviese a reunir con Vladímir Putin, recalcó la amabilidad del presidente, esto claro sin descuidar las negociaciones para traerle la paz a la región.
El Papa Francisco señaló que de concederle una visita “le hablaría con la misma claridad con la que hablo en público.", pues "es un hombre educado".
El Santo Padre ya ha visitado Rusia
De acuerdo con Jorge Mario Bergoglio, el segundo día del comienzo de la guerra —que dio inicio el pasado 24 de febrero del 2022— él fue a la embajada rusa en la Santa Sede para decir que estaba dispuesto trasladarse hacia Moscú si Vladímir Putin le abría una ventana para negociar. Sin embargo, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, le escribió para darle las gracias por su intención de visita pero que por ese entonces no era el momento adecuado para acudir al país Euroasiático.
"Putin sabe que estoy disponible. Pero allí hay intereses imperiales, no sólo del imperio ruso, sino de imperios de otros lugares. Precisamente del imperio es poner a las naciones en segundo lugar.”, explicó el Papa Francisco.
"No todo es Ucrania y Rusia", asegura el Sumo Pontífice
A pesar de que el conflicto bélico entre estos dos países es lo que más le atañe al mundo en estos momentos —debido a su ubicación geográfica y el apoyo recibido por parte de la Unión Europea y Estados Unidos—, el Santo Padre dice que la guerra en Ucrania no es la única que le preocupa. Recordó las disputas de Yemen, Siria y Rohingya de Myanmar. Preguntó al aire a qué se debía todo el sufrimiento ocasionado por estos enfrentamientos y recalcó que en ellos no estaba el espíritu de Dios. Añadió que no creía en las guerras santas y por ende tachó toda controversia militar, al menos así lo detalló durante la entrevista que se le hizo.
“El conflicto de Yemen, Siria, los pobres Rohingya de Myanmar. ¿Por qué este sufrimiento? Las guerras duelen. No hay espíritu de Dios. No creo en las guerras santas”, recalcó.
También habló sobre la renuncia de Benedicto XVI
En cuanto a la posibilidad de renuncia que inició Benedicto XVI, el actual jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano señaló que se plantearía una renuncia en caso de que le ocurriera “un cansancio que no te hace ver las cosas con claridad. Una falta de claridad, de saber valorar las situaciones. Quizá también un problema físico”. Además, reveló que siempre “pregunta sobre cómo va y se deja aconsejar”. Para cerrar el acercamiento, el periodista le cuestionó por qué siempre pide que recen por él, a lo que contestó que:
“Estoy seguro de que todo el mundo reza. A los no creyentes les digo: recen por mí y si no rezan envíenme buenas ondas. Un amigo ateo me escribe: …y yo te mando 'buenas ondas'. Es una forma pagana de rezar, pero es un amar. Y amar a otro es una oración.”, conluyó.
Sigue leyendo:
- Despiden ucranianos a “Da Vinci”, voluntario muerto en Bahamut
- En plena guerra, cercanos a Putin despilfarran "su dinero", ahora les trae consecuencias a banqueros suizos
- ¿Ya viene la guerra nuclear? La CIA advierte que "Putin quieren ganar la guerra a toda costa"
- Máximo riesgo nuclear: Rusia deja sin energía a la central de Zaporiyia y podría provocar otro Chernóbil