“Ahora ya sé lo que me espera”, fueron las palabras con las que Alexander Pinedo Barrón aceptó la culpabilidad de haber asesinado a su esposa, Marilyn Martínez, la tiktoker que murió a causa de las heridas producidas por el hombre el pasado 16 de enero. Este crimen fue la conclusión de un ciclo de violencia que sufrió la mujer a lo largo de los 10 años que estuvieron juntos.
La primera bandera roja en la relación era la edad de ambos, ya que él comenzó a enamorarla cuando tenía 17 años; él tenía 30. Desde los primeros meses de la relación salió a flote el control que él trataba de establecer sobre la vida de ella. En 12 años de relación, hubo cinco denuncia hecha por la joven a las autoridades.
Fue violento desde que empezaron la relación
En ella, acusaba a su agresor de haberla golpeado en la cabeza y también haberle dado puñetazos en la región de la entrepierna. La joven se unió al 63.2 por ciento de las mujeres en Perú las cuales, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática de aquel país, padecen algún tipo de violencia familiar.
Este tipo de heridas suelen ser realizadas por violentadores acostumbrados a ejercer el poder de manera física, ya que para ocultar las huellas de sus golpes, tienen a usar como objetivos lugares que no son visibles. De acuerdo con los Servicios Legales de Nueva Jersey, lo que importa al victimario es provocar dolor a los demás para así mantener el control sobre ellos.
Marilyn fue parte del 30.7 por ciento de las víctimas, el cual padece además de lesiones físicas llevadas a cabo por sus parejas y del 58.9 por ciento que sufre algún tipo de ataque psicológico o verbal. No hubo nada que mencionara sobre haber sido violentada sexualmente. Esta denuncia se hizo en 2012, pero hubo otras cuatro más a lo largo de su vida juntos.
Ella callaba lo que le pasaba
La pareja se reconcilió, decidió formalizar su relación y tuvo un hijo, quien tuvo que presenciar los ataques en contra de su mamá. De acuerdo con la policía local, le tocó inclusive presenciar cómo su padre usaba un cuchillo para terminar con la vida de Marilyn. El menor tiene solamente ocho años de edad y ya presenció uno de los crímenes que más ha consternado al mundo.
Familiares de la fallecida aseguran que Martínez vivía bajo el maltrato de su marido. Su único escape para los episodios violentos fue la cuenta de Tik Tok en la que mostraba sus rutinas de ejercicio, convivía con la gente y se dedicaba a sus emprendimientos. El último de sus planes era crear un equipo de cinco chicas con las cuales entrenar y así generar más contenido.
Frente a la cámara solamente mostraba la parte amable de la relación y guardaba para sí los momentos más amargos, por lo que poco se sabe de los maltratos que le tocó vivir y los parientes de la joven han denunciado en su funeral.
Usaba a su hijo como su espía
Durante los últimos meses de la vida de la tiktoker, estuvo en casa de una de sus familiares para ayudarla con unos pendientes. No estaban solas, ya que Alexander las acompañaba. En esos días, los más cercanos a la joven pudieron percatarse de que las cosas no iban bien.
De acuerdo con la hermana de Marilyn, Alexander hacía de todo para manipular a la mujer y la tenía completamente vigilada. Según recuerda, en una ocasión el hijo de ambos le había comentado a su tía que el hombre le había pedido en convertirse en un halcón para él y le contara sobre todas las cosas que hacía la influencer cuando él no estaba en casa.
Según el tío de la víctima, el agresor solía exigirle que aparecer en los videos que grababa para redes sociales a fin de marcarla como de su propiedad a la vista de todos sus seguidores.
No tuvo reparo en agredirla
La violencia estaba tan interna en el atacante que cuando fue detenido no tuvo reparo en contar la forma en la que había asesinado a su esposa con un cuchillo de cocina e inclusive pidió que lo grabaran para que quedara evidencia de estos hechos, el pasado 16 de enero.
"Yo cuando la maté sí vi su hueso", dijo.
Lo único que solicitó fue que se atendiera a su hijo, quien actualmente está cuidado de sus abuelos y recibe atención psicológica para tratar de superar el haber escuchado los gritos de su madre durante sus últimos minutos de vida.
Además de esto, el hombre confesó que estuvo a punto de quitarse la vida una vez que cometió el crimen, pero que no pudo hacerlo porque tuvo miedo. De acuerdo con la investigación El suicidio de los feminicidas, una revisión, realizado por Clara Blanco y Celia Ibañez de la Universidad Complutense de Madrid, la muerte es una salida que optan los asesinos de mujeres en el 58 por ciento de los casos.
Este fenómeno, indican las investigadoras, suele estar más relacionado en casos donde el agresor es pareja de la fallecida y suele ser llevado a cabo más por personas de mediana edad como Alexander, quien se acerca a los 50 años, y los cuales no pueden lidiar con la pérdida de la pareja, así como con las situaciones estresantes.
"Soy tan cobarde que no pude suicidarme", fueron las palabras que dijo el detenido a la policía peruana.
¿Qué pena le espera al feminicida?
Alexander fue llevado ante las autoridades, las cuales determinaron que debía permanecer en prisión preventiva durante los siguientes nueve meses hasta que se lleve a cabo su siguiente audiencia. En ella su defensa presentará los alegatos a su favor y la justicia mostrará las evidencias que servirán para que se le pueda sentenciar a la prisión definitiva.
De acuerdo con el Código Penal de Perú, el feminicida estaría por enfrentarse a una pena no menor de 20 años de prisión, aunque este castigo podría ser mayor debido al agravante de haberlo cometido frente a un menor de edad y por la relación de cercanía que tenían el agresor y la víctima.
Sigue leyendo:
La muerte de Dania Clarilú fue un crimen pasional, le pagaron 50 mil pesos a su asesino