México es un país altamente hospitalario y los extranjeros aman visitarlo por varias razones: la comida, artesanías, paisajes y una cosa muy importante, las personas. Puedes mover a las personas de México, pero no a México de las personas y esto es vital en nuestro papel dentro de la industria de la hospitalidad internacional.
Sabemos que la hospitalidad mexicana es conocida por su calidez y atención a los detalles para crear experiencias únicas ¿Qué extranjero no quiere venir a disfrutar las playas de Cancún o Los Cabos? Esto ha llevado a que varios mexicanos viviendo en el extranjero tomen las riendas y enseñen un poco de nuestra cultura día con día en la manera que realizan su trabajo y tratan a los demás.
Pero todo tiene un inicio; desde que decides aplicar como practicante en otro país, y llegas al área de migración, tienes la intriga ¿Serán amables? ¿Me daré a entender?. Todas estas dudas se esfuman al sonreírle al oficial de migración y recibir una sonrisa de regreso. En unos minutos eres parte de su fuerza de trabajo y sabes que tu huella quedará marcada durante un largo tiempo.
Este sentimiento es igual para todos los practicantes. El informe que presentó el Departamento de Estado de los Estados Unidos para el 2021, observó que cerca de 4950 estudiantes de todas partes del mundo aplican cada año al programa J1- Work and travel.
Cuando se llega como practicante a una empresa existe una cantidad de dudas y miedos infinita, al ser un lugar que además de desconocido, cuenta con un idioma y cultura diferente, aún más. El aprender a vivir lejos de casa, separado de tu familia y amigos puede llegar a ser complicado, pero una vez que encuentras una rutina y nuevas amistades, estás listo para comerte al mundo y enseñar de qué estás hecho.
Parte de nuestra cultura de la hospitalidad es el sonreír, saludar y adaptarse a todo lo que nos ponen enfrente; desde barreras de comunicación hasta a pequeños choques culturales. También pueden salir problemas, para los cuales salimos con soluciones ingeniosas y rápidas, que muchas veces salen de la caja de lo ordinario.
Para aprovechar estas habilidades, se han creado programas en conjunto con diferentes países, en especial con el Departamento de Estado gobierno americano. Un ejemplo de esto es el “Hospitality Sector Registered Apprenticeship program”, para darle lugar a la hospitalidad latina en los Estados Unidos, llevando a que el 80% de los practicantes consiga puestos permanentes al final del su periodo de aprendiz.
En este país también existe la visa J1 de trabajo de verano para estudiantes que ya mencionamos, en donde principalmente se busca que haya un intercambio cultural por parte de ambos países, mientras que el estudiante trabaja y aporta una nueva perspectiva a la empresa. Al saber aprovechar estas fortalezas, tanto el país como el practicante salen ganando.
Existen diferentes agencias que te ayudan a gestionar tus prácticas en el extranjero, pero también puedes acercarte a las embajadas y, por qué no, contactar a las empresas que llamen tu atención para ver si cuentan con estos programas, pero el punto es hacerlo de una manera legal y segura para aprovechar las oportunidades al máximo.
Te aseguro que te sorprenderás con todo lo que el mundo tiene para ofrecerte. El punto es poder dar este toque de calidez sin importar la ubicación, el concepto o el tamaño del hotel, restaurante, hospital o negocio en general en el que te encuentres. Somos una pequeña parte del gran cambio en el mundo de la hospitalidad.
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mgm