El muro fronterizo que reforzó Donald Trump durante su administración, sigue siendo uno de los temas más controversiales entre activistas, y no solo de derechos humanos, sino también ambientalistas, que ahora piden se derrumben unos tramos.
De acuerdo con varias organizaciones, esta separación física alteró el orden del ecosistema local, causando que los animales y plantas que ahí crecen se enfrenten a una crisis que incluso afecta a algunas especies en peligro de extinción.
Sergio Ávila, biólogo de Conservación Sierra Club dijo a Telemundo que el muro evita que la fauna y flora crezca como debe ser en la región.
“Los animales necesitan moverse para adaptarse al cambio climático, para alcanzar fuentes de agua o fuentes de alimentos. Entonces, hay especies muy comunes como venados, como osos negros, pero hay especies también en peligro como jaguares, como ocelotes, borrego cimarrón, y plantas especialmente importantes en el desierto como los cactus”.
De acuerdo con el medio, esta situación no es algo reciente, pues desde varias administraciones anteriores se ha resaltado el impacto ambiental que tiene el muro fronterizo en esa área.
Sin embargo, las cosas se complicaron luego de que Trump reforzó 400 millas y construyó 80 más, no solo por las barreras impuestas sino también por los recursos que consumió.
La sequía después de Donald Trump
La organización Sky Island Alliance reportó desde hace unas semanas que, en los últimos años, los ríos cerca del muro comenzaron a secarse, dejando sin agua a los animales y también a los pueblos aledaños.
Paulo Quadri, director regional de SIA, aseguró que, si no se actúa de forma inmediata, “las consecuencias van a ser catastróficas para algunas especies”, y también para la economía de la región, pues hay algunas zonas que se activan a través de atracciones turísticas naturales como caza y pesca.
Además, esta ONG se ha dedicado a instalar cámaras para monitorear cómo se va alterando la fauna, y sostiene que de seguir así, se podría perder hasta la mitad de las especies animales que actualmente habitan cerca del muro.
“Para la construcción del muro empezaron a sacar grandes cantidades de agua de los manantiales que están en la zona fronteriza. Entonces, esa agua ya no está disponible ni para los rancheros de la zona, ni para los animales”.
La solución que Quadri, Sky Island Alliance y otras organizaciones ambientalistas proponen es derribar al menos cinco tramos del muro fronterizo, para tratar de reestablecer el orden natural de los ecosistemas.
acmg