Todos y todas en algún momento de la vida hemos sentido estrés. Algunos por el trabajo, otros por la pareja, unos más por problemas económicos. De acuerdo por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se puede definir el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil; sin embargo, cabe aclara que todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que también se trata de una respuesta natural a las amenazas o alertas cotidianas.
Presentar este estado de manera crónica es tan frecuente en los seres humanos que existen culturas enteras, como la china, o japonesa que han desarrollado técnicas y herramientas para lidiar con él. Es así que surge el Niksen una tendencia neerlandesa de bienestar que significa "no hacer nada", y que ha llamado la atención como forma de controlar el estrés o recuperarse del desgaste físico y mental.
¿Qué es el Niksen?
Después de una jornada agotadora, por el trabajo, escuela, el cuidado del hogar, o las tres al mismo tiempo, practicar el “arte del Niksen” resulta reparador, pues consiste en disfrutar de las pequeñas pausas de la vida, es decir, una filosofía de vida fácil de introducir en cualquier rutina y esencial para saber cuándo parar.
"Se trata de esos pequeños momentos en la vida en los que pulsamos el botón de pausa y nos apartamos del trabajo diario y los compromisos sociales, permitiéndonos estar ociosos, sin la presión de sentimientos de culpabilidad o de pensamientos acerca de todo lo que deberíamos estar haciendo", definió Annete Lavrijsen, especialista en terapias alternativas y autora de varios libros referentes a estas técnicas.
Por otro lado, de acuerdo con Sandi Mann, una psicóloga de la Universidad de Lancashire Central en el Reino Unido, consultada por el New York Times, Niksen consiste en dedicar tiempo y energía de manera consciente a mirar por la ventana o simplemente permanecer sentados, sin pensar que son actividades de gente “floja” o que son un “desperdicio”.
¿Cómo aplicar el Niksen?
- Adiós a la cultura de la ocupación: para muchas personas no hacer nada puede ser complicado e incluso estresante. Dar un paseo por el campo sin celular ni reloj resulta una buena práctica. Si no estás haciendo nada, tomarlo en serio, incluso cuando otras personas pregunten, no dar explicaciones del por qué no se está haciendo nada.
- Controlar expectativas: como toda nueva actividad, resulta difícil e incluso incómodo realizarla; paradójicamente, quedarse sentado y quieto también requiere esfuerzo para algunas personas.
- Pensar más de forma creativa: si no puedes quedarte quieto en tu casa, se recomienda salir a la calle, simplemente ir al parque o agendar un día de relajación en el spa, vapor o gimnasio.
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