El microondas es uno de los electrodomésticos que casi no falta en ninguna cocina. Este artefacto realmente acelera el proceso de calentamiento de la comida e incluso puede ejecutar varias recetas en pocos minutos. Si bien cada fabricante recomienda limpiarlo con determinados productos, también existen procedimientos con ingredientes naturales del hogar.
La limpieza y desinfección de este aparato es fundamental para la salud de los huéspedes del hogar. Por un lado, para prevenir la contaminación cruzada de los alimentos que se calientan o cocinan en él. Por otra parte, hay que erradicar los restos de comida que pueden generar bacterias. Además, no limpiar el electrodoméstico, hace que se originen olores y sabores desagradables en los platillos.
Tres maneras de limpiar a fondo tu microondas
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¿Cómo desinfectar el microondas con vinagre blanco?
La respuesta es tan sencilla como colocar una cucharada de este líquido en un recipiente y agregar 300 ml de agua. Luego debes calentar esta mezcla durante 5 minutos en el electrodoméstico. Después tendrás que retirar el cuenco con cuidado y limpiar el interior del artefacto con un trapo humedecido solo con agua.
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Quitar manchas de grasa del microondas con bicarbonato de sodio
Este polvo es uno de los aliados de la cocina y también de la limpieza del hogar. El compuesto ayuda a aflojar la suciedad incrustada (en este caso restos de alimentos calentados o cocinados dentro del artefacto) y desengrasar las superficies.
Para la tarea tienes que mezclar en partes iguales bicarbonato de sodio y agua, y luego empapar una esponja con esta sustancia resultante. Después tendrás que frotar las superficies afectadas y finalmente retirar con la esponja levemente humedecida con agua.
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¿Se puede limpiar el microondas con jabón de lavavajillas?
La respuesta es sí. Este tipo de detergente sirve para limpiar algunas superficies de electrodomésticos y el microondas no es la excepción. Como tiene componentes desengrasantes, la sustancia permite quitar las manchas de grasa y los olores por completo del interior del electrodoméstico.
Para llevar a cabo el procedimiento, puedes humedecer un paño o una esponja y colocar unas gotitas de jabón de lavavajillas. Luego debes frotar las superficies y terminar la maniobra con cualquiera de los dos elementos solamente humedecidos con agua.