A sus 54 años, David Sinclair se siente de 44 aproximadamente. El biólogo australiano se ha especializado en envejecimiento y epigenética, y es una de las personas más influyentes de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.
En su tercera década de vida, el genetista de Harvard comenzó a poner en práctica 3 hábitos saludables para mantenerse biológicamente más joven. Su método es conocido como “envejecimiento inverso” y ayuda a contrarrestar el deterioro del organismo, y los consecuentes riesgos de contraer enfermedades.
¿Cuáles son los hábitos saludables que hacen que nos veamos más jóvenes?
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Dieta vegetariana
Este aspecto es uno de los más recomendados por el científico, ya que dejó de consumir carnes y azúcares, y concentró su ingesta en frutas, verduras, cereales, semillas y frutos secos. Además, Sinclair no ingiere alcohol ni lácteos. Este tipo de plan alimentario está asociado a la prevención de la demencia, la diabetes, la presión arterial alta, la obesidad y patologías de tipo cardiovasculares.
El hábito de comer alimentos de origen vegetal trajo como consecuencia positiva la recuperación de su memoria. El biólogo tenía dificultades para recordar números de teléfonos o claves importantes, pero con la incorporación de esta dieta volvió a sentir que tenía el cerebro de sus 20 años.
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Ingesta de resveratrol
Este compuesto es un antioxidante natural, de tipo polifenol, que se encuentra disponible para consumir a través del maní, los frutos rojos y las uvas. Pero también existen suplementos que pueden ser incorporados a diario. Este último caso es el del científico australiano. El resveratrol ayuda a proteger y estimular la microbiota intestinal, entre otros efectos positivos en el cuerpo.
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Ayuno intermitente
Este tipo de hábito es cada vez más popular y el experto en genética lo ha experimentado. El ayuno intermitente es una práctica saludable, siempre que acudamos a un profesional de la nutrición para que nos asesore acerca de nuestras necesidades energéticas y calóricas. Los beneficios de no comer durante 16 o 18 horas posteriores a una ingesta abundante y nutritiva, se traducen en la prevención de la diabetes, enfermedades cardíacas, los trastornos neurodegenerativos y la presión arterial elevada.