El perro, tal como dice el dicho, es el mejor amigo del hombre. Es que la compañía de esta mascota hace que si uno vive solo tenga compañía y se alegre cada vez que lo ve. Por otro lado, puede ser un integrante más de la familia y sin duda que la pérdida de nuestro amigo de cuatro patas puede llegar a provocar una enorme tristeza. Por eso, hay que tener en cuenta ciertos aspectos que ayudan a detectar una posible enfermedad en nuestras mascotas.
Si bien la relación entre humano y animal se remonta a épocas antiguas, no hay que dejar de lado la responsabilidad. Si somos los dueños de un perro, debemos tener en cuenta que debe recibir una buena alimentación y un buen trato. En el último tiempo se ha puesto en discusión si los animales domésticos, sobre todo los perros, deben adoptarse o comprarse y muchas organizaciones que apoyan a los animales, están de acuerdo con la primera alternativa ya que es una vida y no se compra.
Al igual que las personas, los animales también pueden sufrir enfermedades y morir a causa de ellas. Con respecto a los perros, las necesidades varían en función de la raza ya que no será lo mismo cuidar a un Pitbull o un San Bernardo que un Chihuahua o un Caniche Toy. Es por eso que son varios los aspectos que influyen a la hora de tener una mascota como el espacio que se dará, el tiempo que el cuidador mantiene con su perro, entre otras cosas.
Luego de incorporar al perro a la familia hay que tener en cuenta que se debe cumplir con el esquema de vacunación completo para evitar enfermedades comunes. La más habitual es la conocida como parvovirus canino, que se caracteriza por ser una enfermedad infecciosa, de tipo vírica, grave y posible causante de muerte en los perros. Puede afectar a los cachorritos que tengan cuatro semanas de vida como así también a perros adultos.
Más allá de esta enfermedad o cualquier otra de tipo, pueden sufrir afecciones cardíacas que pueden derivar en la muerte súbita en cachorros y en perros jóvenes. Los veterinarios se alertaron por esta situación y aseguraron que la cifra de mortalidad por esta enfermedad ha aumentado y para eso recomiendan llevar al perro al veterinario de manera seguida. Los síntomas que presenta esta enfermedad son: tos consistente, fatiga, dificultad para respirar, pérdida del apetito, desmayo, pérdida de peso, entre otros.