La uña es una estructura convexa de la piel localizada en las regiones distales de los dedos. Las uñas están formadas a su vez por células muertas endurecidas que contienen queratina. Si no se aplica un cuidado a esta parte del cuerpo, pueden ser dañadas y con el tiempo tener algunos inconvenientes como por ejemplo la encarnación. Es por eso que hay algunos secretos para fortalecerlas.
Se debe hacer una distinción entre las uñas saludables y dañadas. Las saludables, de acuerdo a una investigación de la Clínica Mayo, se caracterizan por ser lisas, sin marcas ni surcos y tienen una consistencia uniformes donde no tienen manchas ni coloración. Pero, en algunas ocasiones, pueden formarse algunas estrías que van desde la cutícula hasta la punta de la uña.
Con respecto a las estrías, se caracterizan por ser más prominentes con la edad. Una de las causas que llevan a que se produzcan líneas o manchas es por lesiones pero éstas desaparecen con el tiempo. Se ha podido comprobar que el examen del aspecto de las uñas se usa de manera frecuente para determinar algunas enfermedades o desequilibrios fisiológicos.
Para prevenir cualquier tipo de infección en las uñas, es necesario estar alerta a algunas señales de alerta, entre las que se destacan: cambios de color en la uña como la decoloración, cambios en las formas de uña, el adelgazamiento o engrosamiento de las uñas, la separación de las uñas que las rodea, el sangrado, la hinchazón y la falta de crecimiento en las uñas.
Por último, en relación al cuidado de las uñas se encuentra la utilización de cremas humectantes o el tratamiento con vinagre de manzana. Es un ingrediente natural y que además es efectivo para fortalecer las uñas. Debido a su composición de manzana, vitaminas y minerales, contribuyen a endurecer las superficies de las uñas y que no se dañen. Este tratamiento consiste en mezclar agua con vinagre de manzana, introducirlo en un recipiente y colocar las uñas durante unos 15 minutos.