En la cocina mexicana, las tortillas son uno de los complementos más importantes para casi cualquier platillo. Para hacer tacos o quesadillas, esta preparación de origen prehispánico es un alimento básico no solo en México, sino en muchos países latinoamericanos. Sin embargo, cuando no están recién hechas, deben pasarse por un comal para que su flexibilidad regrese y puedan utilizarse sin romperse.
A pesar de que esta práctica es una costumbre conocida en los hogares del país, hay una forma muy fácil de simplificar la situación, sin necesidad de estar frente a la estufa durante mucho tiempo. Calentar las tortillas en el microondas es una práctica que no suele salir bien, pues la consistencia final es completamente diferente a la que se obtiene con el comal y no es del agrado de muchas personas, pero suele ser la alternativa más sencilla al momento de sentarnos a comer.
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¿Cuál es el secreto?
Para evitar que tus tortillas queden chiclosas, secas o quebradizas necesitas mucho más que solo presionar los botones del electrodoméstico, pues hay varios trucos que debes tener a la mano. De acuerdo con Animal Gourmet, lo primero que debemos contemplar es que el microondas deshidrata los alimentos al momento de calentarlos, por lo que nuestras tortillas deben poseer agua de más.
El truco está en colocar un pequeño vaso de agua al fondo del microondas para que el vapor pueda impregnarse en la comida, lo que mantendrá la textura de otros alimentos, como la pizza y hasta el pan. Además, hacer uso de la tapa exclusiva para cubrir los alimentos, también es una forma de evitar que se deshidraten, pues con esto evitas el contacto directo con las ondas, lo que provoca que se sequen.
Tips
- Lo que puedes hacer es separar las tortillas una por una, lo que impedirá que se peguen y se rompan hasta que estén calientes. Después, deberás envolverlas en un trapo lo suficientemente húmedo como para que no se ablanden de más y se vuelvan chiclosas. Caliéntalas en el microondas por 30 segundos, según la cantidad y listo.
- Procura no calentar una cantidad elevada de tortillas para que no queden frías del centro y se rompan al usarlas.
- Otra recomendación es guardarlas en una bolsa de plástico, mojar el interior con una cucharada de agua y hacer un pequeño hoyo para que el aire pueda salir.
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