Localizado en las barrancas más profundas de la Sierra Madre Occidental, llamada también Sierra Tarahumara, el Pueblo Mágico de Batopilas, Chihuahua, ofrece una experiencia única, pues además de contar con hermosos paisajes naturales y casonas que datan de los siglos XVIII y XIX, hay lugares especiales para deportes extremos como escalar, andar en bicicleta, acampar y senderismo.
Batopilas, que en lengua tarahumara significa "Río encajonado", nació como un pueblo minero, tras haberse descubierto los yacimientos de plata y haber sido fundado por el explorador español José de la Cruz en 1708.
Durante la época en que la minería era la principal actividad de esta localidad, llegó a ser habitado por más de 50 mil personas, sin embargo, actualmente sólo hay alrededor de mil pobladores.
En el año 2012 fue incorporado a la lista de Pueblos Mágicos, debido a que cuenta con una riqueza natural. A raíz de eso, muchas personas con espíritu aventurero han acudido y afirman haber cambiado, pues estar en contacto con la naturaleza y conocer la cultura rarámuri es toda una experiencia.
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A pesar de que para llegar a este lugar es algo complicado, debido a que primero se debe tomar el ferrocarril Chepe, en Chihuahua, y hacer escala en Creel, para que a partir de ahí se emprenda un viaje de más de tres horas en una de las carreteras más espectaculares no sólo de México, sino de todo el mundo.
Al llegar a Batopilas la gente queda sorprende de hallar un pequeño poblado, escondido entre las barrancas y con un buen desarrollo, pues además de que los habitantes son de personalidad cálida, es un lugar ordenado y con una arquitectura fascinante llena de historia; incluso hay una especia de cabaña conocida como Copper Canyon Riverside Lodge, que es una antigua casona que perteneció a uno de los mineros más adinerados del pueblo y que fue restaurada para brindar al huésped la experiencia de la época en que la localidad fue más famosa.
Actividades enriquecedoras
Sin importar que este Pueblo Mágico sea pequeño, hay diversas actividades enriquecedoras para llevar a cabo, pues se puede simplemente caminar sobre un acueducto de tres kilómetros de largo, mientras se disfruta de la naturaleza, el río y algunos ejemplares de fauna. Hay miradores y lugares especiales para observar en silencio a los pumas, guacamayas y hasta colibríes.
Ahora que si tienes ganas de hacer alguna actividad más extrema, puedes lanzarte desde la tirolesa y contemplar el pueblo de Batopilas desde las alturas; realizar un recorrido en vehículos 4x4; practicar ciclismo de montaña en los cañones o simplemente cabalgar a caballo.
Una de las principales experiencias es convivir en una aldea Tarahumara, aprender un poco de sus costumbres y disfrutar de sus alimentos, además de que presencial la transformación de fibras naturales en artesanías.
Hay diversos platillos para degustar, pero las especialidades son los caldillos con queso fresco, el chile con queso, la machaca a la mexicana y el pinole. Todo visitante necesita probar el tesgüino, una bebida típica preparada a base de maíz fermentado.
Algunas de sus principales festividades son: en Semana Santa, se lleva a cabo la celebración más importante de los rarámuris (o tarahumaras), la cual ocurre en el atrio de la Misión de Satevó y en la iglesia del Potrero. También cuentan con las Fiestas Patronales de la Virgen del Carmen, que se conmemoran durante el mes de julio.
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