Se acerca la cena de Navidad y todos tenemos los platillos que más esperamos para poder comer. Algunos no los hemos comido desde las fiestas decembrinas del año pasado y otros son una tradición familiar que sólo comemos en fechas especiales. Pero no hay duda que el pavo es el más importante de todos.
Sin importar el estilo con el que se haga, el pavo debe ser el momento estelar y no puede fallar bajo ninguna circunstancia. Uno de los problemas más comunes con este platillo es evitar que quede seco. Por eso, el momento de inyectarlo es fundamental para tener resultados positivos.
Lo importante es que lo hagas en más de una ocasión y que te asegures que el jugo y el marinado estén en todas las partes del pavo. Con estos pasos, sabrás cómo hacerlo para que el pavo sea la estrella de la noche de Navidad.
¿Cómo inyectar el pavo de Navidad?
Lo primero que debes hacer es tener listo el jugo para inyectar. Éste se compone de jugo de naranja y mantequilla o vino blanco. Una vez que el pavo está sazonado, relleno y amarrado, se puede inyectar. Recuerda que el sabor del líquido puede ser un poco más fuerte de lo que espera. A lo hora de hornearlo, bajará la intensidad del sabor.
2.-Toma la jeringa con un poco de la mezcla e inyecta la pechuga del pavo. Los piquetes se deben hacer en el mismo lugar en cada zona, para evitar que se salga por uno de los hoyos previamente hechos.
3.- Estos pasos se deben hacer en, al menos cada cuarto del pavo. En la primera parte consideramos sólo el lado superior. El siguiente paso es voltear el pavo y repetir el proceso. Trata de no hacer más de cuatro perforaciones en cada lado.
4.- Lo último es inyectar las piernas. Usa todo el jugo, para que el pavo no quede seco. Si quieres, también puedes utilizar una porción extra para barnizar al pavo, antes de meterlo al horno.
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