La rutina y la costumbre son dos balas mortales dentro de un matrimonio, además, si le agregamos una olvidada y muy básica vida sexual, las parejas pueden atravesar por graves crisis que pueden desencadenar el divorcio.
Sin embargo, existen diversas prácticas para devolver la pasión a tu relación, una de ellas es el intercambio de parejas o mejor conocido como: Swingers.
Según Walter Ghedin, sexólogo y psiquiatra, una de las fantasías sexuales más recurrentes cuando la vida sexual se vuelve monótona es imaginar a la pareja teniendo sexo con otra persona.
"Animarse a ponerla en palabras durante el encuentro sexual es fuente segura de mucha excitación, siempre y cuando exista acuerdo entre las partes para nutrirse de esos estímulos", explicó a medio digital.
Sin embargo, para aventurarse a llevar cabo un intercambio swinger requiere mucha confianza y comunicación previa, a fin de enriquecer la vida sexual y evitar alguna infidelidad.
Además, algunos movimientos swingers "rompen" el esquema de las relaciones monógamas dando paso al poliamor consensuado.
Reglas
- Pensar friamente en los pro y los contra personales y vinculares.
- Acordar con la pareja este tipo de prácticas.
- No al compromiso emocional.
- Evitar situaciones de riesgo como "levantes" callejeros o personas desconocidas.
- Existen clubes o lugares de encuentro de personas que gustan compartir los juegos sexuales.
- Uso obligatorio del preservativo.
- Tratar de que sea una práctica más y no la única forma de obtener altos niveles de placer sexual.