El control de esfínteres es un momento fundamental para los bebés y para sus papás, pues es el principio de ponerle fin al uso del pañal que no es un proceso sencillo, sino una parte importantísima del desarrollo o proceso madurativo del niño que generalmente se logra entre los 2 y los 3 años de edad aunque dependerá del ritmo de crecimiento y desarrollo que va teniendo, recordando que cada pequeño es diferente.
Cuando el niño está listo para dar este gran paso dentro de su madurez, se observan señales específicas que nos indican que está listo o lista para “soltar el pañal y decirle adiós” para siempre.
¿Cómo saber que los niños están listos para dejar el pañal?
El mejor momento para dejar atrás el pañal es cuando el niño se encuentre mental, emocional y físicamente preparado, es decir que esté maduro para controlar su cuerpo, que coincide cuando se suelta a caminar y hablar, pero también tendrás que estar preparado tú porque es un proceso que no se podría lograr sin la participación activa de un adulto responsable.
Puedes ir tomando en cuenta las siguientes señales físicas, de comportamiento y cognitivas:
1. Tiene buen equilibrio y coordinación al caminar, saltar y correr, es decir, cuenta con un tono muscular fuerte en las piernas.
2. Orina de una sola vez y lo hace de forma regular, además de mantenerse seco por períodos más prolongados, lo que indica que los músculos de la vejiga se han desarrollado lo suficiente para retenerla y almacenarla.
3. Es capaz de sentarse y mantenerse en la misma posición más de dos minutos, además de poder subirse y bajarse los pantalones o la ropa inferior por sí solo.
4. Se siente incómodo cuando está sucio del pañal y lo externa e incluso pide que lo cambien, puede sentirse apenado o avergonzado.
5. Muestra independencia, intenta hacer cosas por él mismo, se siente orgulloso de sus logros, incluso trata de imitar a los adultos cuando van al baño; se sienta, intenta asearse o juega a que él va y sigue la rutina de aseo, parece que no le molesta tener que usar el baño.
6. Sigue instrucciones sencillas “siéntate en tu bañito”, verbaliza cuando necesita ir al baño ya que percibe señales físicas y usa palabras para referirse a las evacuaciones y orina.
Ahora sí manos a la obra:
1. Hazlo parte de su proceso, explícale con libros de forma breve el uso de la bacinica y la importancia de decirle bye al pañal porque se está convirtiendo en un niño grande.
2. Involúcralo en escoger su ropa interior, pueden empezar con los calzones entrenadores que son de tela gruesa y que de preferencia sean de algodón, hazle más amigable el proceso poniendo ropa ligera que pueda manipular fácilmente.
3. Deja a su alcance la bacinica y respeta el mismo lugar de ubicación.
4.- La temporada más favorable para iniciar es cuando hay calor.
5. Una vez iniciado el control no se puede suspender, retrasar y mucho menos regresar.
6. Cuando te pida ir al baño, llévalo y acompáñalo en todo momento, no insistan si no quiere, ni lo dejes horas sentado, platica con él, dale confianza y celebra mucho sus avances, no olvides que esto se consolida con el ensayo y error.
7. Evita regaños, dobles mensajes por la prisa, recuerda que esto toma su tiempo, enséñalo a limpiarse, a tomar el papel y la higiene de manos antes y después.
8. Si el pequeño presenta estreñimiento, es posible que se resista al control y le cueste un poco más de trabajo, revísalo con su pediatra y monitorea su ingesta de frutas, verduras y agua.
No olvides que dejar el pañal requiere de mucho entrenamiento, reforzamiento diario, seguimiento de rutinas, paciencia, amor y tiempo.
El primer paso es el control diurno ya que el nocturno puede tardar unos años más en consolidarse, tendrás que estar preparado para apoyarlo por las noches o en su defecto recurrir al uso de calzones nocturnos, recalcando que son eso y no pañales.