JALISCO

Puerquitos de barro tradicionales de Tlaquepaque en peligro de extinción

Conoce a Don Luis Manzano, el artesano jalisciense que da vida al barro

ESTILO DE VIDA

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CON AUTENTICIDAD.Esta artesanía es creada de manera tradicional en esta zonaCréditos: Alby García

Tlaquepaque, Jalisco, es mundialmente reconocido por su producción de puerquitos de barro que principalmente son ocupadas como alcancías o decoración para el hogar; sin embargo, esta milenaria tradición se encuentra agonizando. 

El Heraldo de México platicó con Luis Manzano, quien es parte de la quinta generación de artesanos jaliscienses creadores del famoso puerquito, quien señaló que a sus 72 años aún le da mucha emoción crearlos. 

Don Manzano cuenta que desde los siete años empezó ayudando a su familia con esta práctica y desde entonces ha dedicado cuerpo y alma a ello. 

Soltero y sin hijos a quien pasar la tradición, está técnica para originar el auténtico puerquito de barro se ve amenazada, pues aunque su sobrino lo ayuda, asegura que no es lo mismo. 

“El puerco ya no se hace como antes, antes se secaba y pintaba con los colores y pigmentos que se encontraban en los cerros, y al final de cada proceso se le echaba humo”, recuerda con sentimiento el artesano. 

Al serle cuestionado sobre si la venta de puercos ha bajado, don Luis señala que no, que su venta se sigue manteniendo pero el único problema es quién los haga pues sus competidores sólo hacen réplicas y malbaratan la artesanía. 

Trabajo de talla internacional

Presumió además que su trabajo ha traspasado fronteras y de hecho creó una pieza diferente que fue mandada a Italia para un cliente muy especial, asegura. 

Sumó que los puerquitos han volado hasta Colombia, Chile, Argentina y España, pero en el taller ubicado a dos cuadras del centro de Tlaquepaque, ha recibido a turistas de Colombia, China y Escocía. 

Si bien el puerco es un arte que ha caracterizado a Tlaquepaque, la modernidad y tendencias implementas por empresarios como la creación de corazones de barro, ha quitado protagonismo a este singular porcino que todo buen mexicano ha ocupado una vez en la vida para guardar sus ahorros.