En la era de las redes sociales, el escrutinio público sobre la apariencia física de las figuras públicas es una constante que puede tener consecuencias devastadoras para la salud mental de las afectadas. Este fenómeno, conocido como bodyshaming, ha vuelto a ocupar titulares con el reciente caso de la exactriz mexicana Allisson Lozz, quien ha sido objeto de críticas en plataformas como TikTok por su cambio físico.
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Es importante recordar que Allisson fue una de las estrellas infantiles más famosas, protagonizando telenovelas como "Misión S.O.S" y después dando el salto a papeles más adultos en producciones como "RBD" y "Al Diablo con los Guapos", pero debido a los malos tratos en la industria decidió alejarse de la fama para convertirse en una exitosa empresaria y madre de dos niñas. Y si bien estuvo muchos años en el anonimato, ahora usa su cuenta de TikTok para reconectar con sus fans mientras platica de su vida cotidiana y su negocio.
Fotografía: Instagram/@_allisson_lozz
Y fue precisamente en una de estas transmisiones en vivo donde distintas personas se han tomado la libertad de opinar de su apariencia física, llegando incluso a compararla con la imagen que tenía en aquellos años de actriz. Es así como el video de TikTok publicado por la cuenta @lacasadelosfamosos4us ha generado una ola de comentarios negativos, destacando cómo los estereotipos de belleza siguen siendo una herramienta de opresión, especialmente para las mujeres.
Los comentarios en ese video de TikTok reflejan una tendencia preocupante: la reducción de una mujer a su apariencia física y la exigencia de cumplir con estándares de belleza imposibles. Entre los comentarios se pueden leer críticas que hacen referencia a que se ve "descuidada" y son precisamente estas opiniones, cargadas de juicio y desaprobación, las que ignoran completamente la realidad de que las personas cambian con el tiempo y que su valor no debería medirse únicamente por su apariencia.
Fotografía: TikTok/@lacasadelosfamosos4us
Bodyshaming: una forma de violencia
El bodyshaming es una forma de violencia que afecta principalmente a las mujeres, aunque no exclusivamente. Este tipo de comentarios no solo dañan la autoestima de quienes los reciben, sino que también perpetúan una cultura que valora a las personas en función de su conformidad con ideales de belleza irreales y, a menudo, inalcanzables. Una prueba de ello son algunos de los comentarios en ese video sobre Allisson Lozz:
- "se aparece pero su voz no es la misma" (@franco_0994)
- "Princesa ¿pues que te pasó?" (@fourtwo77)
- "ay no cambio demasiado" (@marcela221722gmai)
Fotografía: Instagram/@_allisson_lozz
El impacto del bodyshaming en la salud mental es significativo, ya que distintos estudios han demostrado que las personas que son objeto de críticas constantes sobre su apariencia pueden desarrollar trastornos alimentarios, depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. En el caso de Allisson Lozz, quien ha compartido públicamente su lucha con la salud mental, estas críticas pueden ser particularmente perjudiciales.
De la misma forma, es crucial recordar que Allisson Lozz, como cualquier otra persona, tiene el derecho de vivir su vida sin ser juzgada por su apariencia. La presión constante por cumplir con ciertos estándares de belleza puede llevar a decisiones extremas y poco saludables, como dietas restrictivas, cirugías estéticas innecesarias y otros comportamientos peligrosos, prácticas que debemos eliminar.
