El reciente fallecimiento de Liam Payne, exintegrante de la famosa banda británica One Direction, ha conmocionado tanto a sus seguidores como al mundo del entretenimiento internacional. Payne, de 31 años, fue hallado sin vida tras una caída desde el balcón de su habitación en el tercer piso del hotel CasaSur en Buenos Aires, Argentina.
Debido a las condiciones en las que se dio su muerte, las autoridades locales han puesto en marcha una investigación exhaustiva, examinando videos de seguridad, declaraciones de testigos y realizando diversos peritajes en el lugar de los hechos, en busca de respuestas sobre lo que llevó a la trágica muerte del joven músico. Es así como se ha dado a conocer que además de cocaína, crack y metanfetaminas, en el organismo del músico también se encontraron medicamentos para la ansiedad, mismos que sólo se venden con una receta médica.
Por ello, han puesto bajo la lupa a un empleado del hotel donde se hospedaba, pues se presume que pudo haber sido él quien le proporcionó las sustancias controladas. Además de esto, las autoridades argentinas también se han centrado en el análisis de las cámaras de seguridad del hotel y gracias a ello se descubrió un detalle importante que podría cambiar el rumbo de las indagaciones.
Liam Payne se habría desmayado en el balcón antes de caer
Según las imágenes correspondientes a las cámaras de seguridad del hotel, se puede ver cómo Liam Payne sufrió un colapso físico en el balcón, aparentemente debido a un desmayo, lo que llevó a su posterior caída fatal. Según el medio argentino "Socios del Espectáculo", las imágenes evidencian que el cantante presentaba signos de un profundo malestar antes de desplomarse, por lo que en el momento del accidente, el personal del hotel CasaSur rápidamente realizó una llamada de emergencia al 911, lamentablemente el auxilio no llegó a tiempo para salvar al artista.
Por ello, el pasado 23 de octubre (una semana después de que se confirmó la muerte del cantante), las divisiones de investigaciones especiales y tecnológicas de la policía argentina realizaron un allanamiento en el hotel con el fin de recolectar pruebas relevantes para la investigación. Los investigadores buscan descifrar no solo las circunstancias precisas de la caída de Payne, sino también si existió alguna negligencia o incumplimiento de normas por parte del personal del hotel o de terceros en relación con el suministro de sustancias controladas.
Como parte de la investigación, se están realizando extensos peritajes de los teléfonos móviles y computadoras vinculados al músico. Estos dispositivos pueden ofrecer pistas cruciales sobre su estado mental en las horas previas a su fallecimiento, así como sobre las personas con las que pudo haber estado en contacto. La fiscalía también está revisando las grabaciones de cámaras de seguridad para reconstruir cada detalle de lo que ocurrió esa fatídica noche.
Además, se han tomado múltiples declaraciones testimoniales de testigos y del personal del hotel, con el objetivo de esclarecer las circunstancias que rodearon la muerte del cantante. La versión inicial de los investigadores señala que Payne se encontraba solo en el momento de la caída, y que habría sufrido algún tipo de crisis derivada del abuso de sustancias. Estos hallazgos, aunque preliminares, dan a entender que el músico estaba en una situación vulnerable, física y emocionalmente, que pudo haber desembocado en el trágico desenlace.
Las drogas en el organismo de Liam Payne y su posible origen
El examen toxicológico inicial de Liam Payne reveló la presencia de varias sustancias en su organismo, incluidas cocaína rosa, crack y metanfetamina. El informe preliminar sugiere que el abuso de estas sustancias pudo haber contribuido a un estado de agitación mental, aumentando así el riesgo de un accidente fatal. La investigación intenta determinar la fuente de estas drogas, y según las primeras declaraciones del medio "Socios del Espectáculo", la policía tiene en la mira a un joven de 20 años, empleado del hotel, quien presuntamente le habría facilitado estas sustancias a Payne.
Y es que se dice que el gerente del hotel había emitido órdenes explícitas de que ningún miembro del personal proporcionara sustancias ilícitas al cantante, una medida que, aparentemente, no era respetada. Este joven empleado, actualmente bajo investigación, podría enfrentar cargos si se demuestra que violó dichas órdenes o facilitó el acceso a sustancias ilegales. En tanto, los fiscales buscan determinar si Payne solicitó explícitamente estas sustancias o si fueron ofrecidas sin su conocimiento.
Por su parte, Geoff Payne, el padre del músico, llegó a Buenos Aires para atender el proceso de repatriación del cuerpo de su hijo; durante su visita, fue recibido por la fiscalía, que le aseguró que los detalles de los estudios toxicológicos de Payne no serían divulgados de forma prematura y que la información se manejaría con absoluta discreción. Sin embargo, la presencia de drogas en el cuerpo de Payne ha sido un tema de intenso interés mediático y ha generado numerosas teorías sobre las causas de su muerte.
De esta forma, el fallecimiento de Payne plantea una vez más preguntas críticas sobre el rol de los equipos de seguridad y del entorno de los artistas en la prevención de estos sucesos. El famoso exmiembro de One Direction había pasado en los últimos años por altibajos personales y batallas públicas con su salud mental y el consumo de sustancias; estos problemas, en combinación con las presiones de la fama, probablemente afectarán su bienestar general. La comunidad de la música y el entretenimiento enfrenta un desafío importante: proteger a las figuras públicas en un entorno que, si bien les ofrece reconocimiento, también puede exponerlos a una realidad de gran vulnerabilidad.
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