La actriz Ana Martín comenzó su carrera en el Cine Mexicano en los años 60, una época en la que rompió los estereotipos y demostró que tenía el look más atrevido y rebelde, pues existe una foto que lo confirma, imagen que no deja de circular en redes al tratarse de una muestra de la belleza con la que la también cantante conquistó la pantalla grande.
Ana Beatriz Martínez Solórzano, nombre real de la actriz, nació en la Ciudad de México, el 14 de mayo de 1946. Sus padres fueron el famoso comediante Jesús Martínez "Palillo" y su madre la nicaragüense Dinah Solorzano. Tiene un único hermano llamado Jorge Hidalgo Solórzano.
Gracias a que su padre era un destacado actor logró conocer a varios artistas de la época del Cine de Oro, como Agustín Lara y Pedro Infante. Desde pequeña tuvo el sueño de ser actriz. En 1963, con 17 años, se convirtió en la primera mexicana en participar en el certamen de belleza Miss Mundo, sin embargo, fue descalificada porque el evento era para mayores de 18.
En 1965, Martín hizo su debut en el Cine Mexicano en la película "El gángster" (1965). Para los años 80, lanza su disco llamado "Ana Martín", entre cuyos temas están los de la telenovela "Gabriel y Gabriela".
Ana Martín y el look más atrevido del Cine Mexicano
La actriz también tuvo una destacada participación en la pantalla chica y se le recuerda por las telenovelas como "Muchacha de barrio" (1979), "Gabriel y Gabriela" (1982), "La pasión de Isabela" (1984) y "El pecado de Oyuki" (1988), esta última uno de los melodramas que marcó su carrera.
Siendo joven decidió no tener hijos y nunca se casó, en entrevistas ha declarado que nunca fue creyente de la famosa frase "hasta que la muerte nos separe", y más bien era partidaria del amor libre, pensamiento adelantado a su época, el cual reflejaba en su forma de vestir, pues rompió los esquemas con sus looks.
"Y así era la moda en los 60’s. Sí soy yo y así nos vestíamos", escribió en junio de 2021 en su cuenta de Twitter para acompañar una foto en la que se confirma su estilo rebelde y atrevido, pues en la imagen se le ve posando recargada en una moto y vistiendo un look de mini short, con chamarra de mezclilla, sin sostén y con tenis.
Un atuendo que sin duda salía de los estándares que marcaba la sociedad conservadora de la época de los años 60, y con el que Ana Martín demostraba que no tenía miedo al qué dirán, y que tampoco estaba dispuesta a seguir las reglas que coartaran su libertad, confirmando también lo bella que era.
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