Después de que la edición 2020 del festival Ceremonia cancelara debido a la emergencia sanitaria surgida por la Covid-19, Robot95 finalmente debutará en grandes escenarios al presentarse el 2 de abril en el Parque Bicentenario de la Ciudad de México, donde A$AP Rocky, Wu-tang Clan, Nicki Nicole y C. Tangana de igual forma iluminarán la noche para el júbilo de los aficionados.
Desde muy joven Kevin Gutiérrez recurría a escribir en un diario para relatar lo que le ocurría en su día a día, por lo que este hábito fue su primer acercamiento a lo que en unos años se convertiría en su profesión. En su cuarto, contaba con un piano y una guitarra, los cuales fueron acompañantes imprescindibles durante su adolescencia.
"Me di cuenta que lo que escribía eran canciones, y más allá de diario, eran canciones lo que yo estaba escribiendo y me enamoré de eso y empecé a buscar la manera de cómo hacer música, después preguntando...y ya una vez que la canción estaba arriba no podía estar un minuto sin estar viendo como le iba a mi canción y ya quería que la gente la escuchara. Así me enamoré del proceso", aseguró.
Para Kevin, las sensaciones que otorgan estar arriba de un escenario son paralelas al estar en una montaña rusa, ya que son "muchas emociones encontradas". Asimismo, comparó el sentir a cuando era un niño y tenía el ansia de abrir los regalos en navidad, "esa emoción siento cuando escucho a los demás cantar mi música, nos volvemos adictos a eso".
Inspiraciones musicales
Más allá del hip-hop, Gutiérrez fue atraído en su aprendizaje por las propuestas de Bee Gees, artistas pertenecientes al funk, Juan Gabriel, entre otras personalidades.
"Siempre tuve como una influencia de música oldie funk, música oldie gringa, y también mucha música regional. Toda esta música con la que crecimos todos, y ya después fui adentrándome más al hip-hop y podría nombrar a un artista de cada género...creo que eso me funcionó con muchos sonidos que me gusta usar en este presente".
Cuando se le fue cuestionado sobre como manejaba sus composiciones al experimentar con el trap y el hip-hop, Robot aseguró que la única diferencia reside en los temas que se abordan. En el trap, explicó, se suele hablar sobre temas callejeros, mientras que en el hip-hop hay más libertad sobre las emociones internas del artista. En este sentido, aseguró que no notaba gran diferencia entre el subgénero, ya que "van de la mano".
¿Cómo visualizas al hip-hop dentro de 5 años?
"Hay gente que lleva mucho tiempo, que ha estado dando lata al hip-hop, y yo creo que en 5 años vamos a estar compitiendo con las fuerzas mundiales de la industria musical en el hip-hop, que es un Estados Unidos, un Reino Unido, Europa. Entonces ves a raperos en festivales, yo veo que en 5 años vamos a estar todos los raperos de headliners, nos vamos a adueñar de todos los festivales, nos vamos a adueñar de la radio, de la televisión. Entonces yo le veo muchísimo futuro y estoy muy emocionado de estar aquí y de ser parte de esta travesía que creo que está siendo muy histórica, se va a hablar muy bien de todo este hip-hop que se estrá hablando dentro de 10, 15 años".
¿De donde surgió el nombre Robot95?
Las experiencias dentro del ámbito del rap de Kevin surgieron cuando junto a sus amigos bromeaba mientras intentaba realizar rimas durante las fiestas. Dentro de estas anécdotas, se originó su seudónimo artístico.
"En una fiesta todos andaban felices bailando, y un amigo en la locura le dijo al otro 'oye, parecemos robots, no dejamos de bailar'. Y se quedó como una cura que entre toda la bolita de amigos nos decíamos robot, pero mientras fue pasando el tiempo a mí fue al único que me seguían diciendo, no sé por qué, por una extraña razón. Y pues a mí siempre me llamaron por mi nombre que es Kevin, entonces cuando decidí rapear yo nunca había tenido un apodo más que el de Robot. Y 95 es el año en el que nací, adapté esos números ahí".
Retos de la industria
Al ser cuestionado sobre los retos que pasan desapercibidos por parte del público dentro de la industria musical, abordó sobre los límites que el hip-hop mexicano tiene, por lo que consideró que el perfil de estos artistas aún se encuentra reducido y, en cierto modo, en un nicho a comparación con cantantes de diferente calibre que tienen la capacidad de ofrecer espectáculos en diversas naciones.
"Aún creo que el hip hop mexicano se sigue viendo mexicano, todavía no hay un rapero mexicano que se pueda internacionalizar, todavía el rapero mexicano se ve cholo, todavía no tenemos a un Bad Bunny mexicano, todavía no tenemos a un artista que pueda estar en China cantando un coro japonés y lo acepten como mexicano. Entonces creo que ese es el reto para mí más grande, como internacionalizar mi música que pueda escuchar realmente todo el mundo y no solamente el mexicano."
Bajo este panorama, aseguró que al artista de su nacionalidad aún le falta romper varios "esquemas", y externó su deseo en estar presente en todos los géneros y países, sin importar si la audiencia pueda entenderlo o no.
Sigue leyendo:
Alaíde inspira su próximo EP en la naturaleza
Rumbo a EDC 2022: Bagha prepara motores para el festival más grande de México
Residente amenaza con ´tirarle' a otros artistas, "nada más me he llevado a dos… todavía faltan"