Si algo caracterizó a Pedro Infante fue su carácter juguetón y sus ganas de hacerle bromas a la gente; sin embargo, algunos de sus compañeros no veían con buenos ojos esto, ya que por sus travesuras les causó lesiones, ridículos y enojos a varios de ellos.
Son varias las anécdotas en las que "El Ídolo de Guamúchil" dirigió una de sus tretas en contra de sus colegas, muchas de ellas cobraron se siguen contando a décadas del 15 de abril de 1967, día en que murió.
Miroslava y la escena falsa
De acuerdo con Anabel Gutiérrez, quien compartió el set con Pedro, el intérprete de "Amorcito corazón" improvisó uno de los momentos cumbres de su película más taquillera: Escuela de vagabundos.
La escena final colocaba a Miroslava Stern y a Infante sentados en una fuente. Según el guión, ella fingía un desmayo para que él la sostuviera y después le diera un tierno beso que sellaría el amor de los dos.
Sin embargo, el cantante tenía otros planes, ya que al sostener a la joven, su personaje se salió del script y le preguntó a su coestelar si estaba inconsciente para posteriormente dejarla caer dentro de la fuente.
Esto ocasionó que Miroslava, quien no estaba preparada para esto, se mojara. Pese a que se sintió ridiculizada, siguió en el papel para reprender a Pedro y finalmente darle el beso con el culmina la producción.
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El aceite y Anabel Gutiérrez
En esa misma cinta, hay una escena en la que Laura Valverde, personaje que interpretó Anabel, trata de llevar una jarra de agua, pero sin querer la termina arrojando sobre el suelo, lo cual ocasiona que se resbale.
Sin embargo, para esta secuencia el cantante y el director Rogelio A. González decidieron cambiar el líquido de la jarra por petróleo y hielo seco, lo cual provocó que cayera al suelo y se diera un golpe tan duro que tardó unos segundos en levantarse.
Al final, además de enseñar la ropa interior sin querer, Gutiérrez también tuvo que enfrentarse al dolor que sentía a la par de continuar la escena que tuvo que ser interrumpida, al punto de que el chiste que narraban en ese instante nunca terminó.
Cambiarle el bastón a Sara García
Pedro no era del agrado de la señora Sara García, pues aunque compartieron créditos en El inocente y La tercera palabra, Los tres García y Vuelven los García, ella solía verlo como una persona impuntual que afectaba el profesionalismo dentro del set.
Al Inmortal esta opinión lo tenía sin cuidado, ya que además de llegar tarde al set, solía jugar bromas en las películas en las que participó junto a la primera actriz.
Para esto, solía reemplazas los bastones de utilería que le asignaban a la "Abuelita de México" por uno de verdad para que cuando golpeara a sus colegas en alguna de las escenas, esto les doliera de verdad.
El carro de Silvia Pinal
Ante las negativas que recibía de Silvia Pinal, a quien en diversas ocasiones le pidió llevarla a su hogar, Pedro Infante hizo un par de tretas a su coestelar en la cinta El inocente.
La primera de ellas consistió en que hizo esconder el auto de la estrella para que cuando esta no tuviera una forma de regresar tuviera que aceptar subirse a la motocicleta de su compañero.
En esa ocasión, la artista debía llegar al teatro, por lo que no tuvo otra opción que aceptar el "aventón", aunque se molestó con los responsables del estacionamiento.
Por si fuera poco, la estrella de Viridiana volvió a ser blanco de una de las travesuras de Pedro, quien para hacerle la maldad consiguió que le quitaran las llantas al carro de la mamá de Alejandra Guzmán.
Al final la actriz tuvo que aceptar regresar a casa con Infante, quien después hizo que le colocaran de nueva cuenta las llantas al vehículo.