EL CHAVO DEL 8

El Chavo del 8: Esto fue lo que hicieron con el famoso barril del Chavo

Después de terminar las trasmisiones del exitoso programa la producción tenía que decidir que hacer con el set. Esto fue lo que hicieron con la casa del protagonista

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El barril fue olvidado por muchos años en Televisa para después emigrar a España. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

El Chavo del 8es uno de los programas más exitosos de la televisión mexicana, tanto que no solo marcó a muchas generaciones en suelo azteca, sino que también lo hicieron en todo Latinoamérica. Lo que pocos saben es lo que ocurrió con algunos objetos del set. En esta ocasión vamos a hablar sobre la casa de “El Chavo”, es decir, el barril donde vivía.

Se tiene que recordar que uno de los elementos más importantes del set era el barril viejo, ya que funcionaba como la casa del pequeño sin familia. Lo que sus fans no saben es que ocurrió con él después de terminar de grabar los programas, ya que para muchos debería terminar en un museo.

De acuerdo con el libro “El diario de El Chavo del ocho”, escrito por el mismo Roberto Gómez Bolaños y publicado en 1995. En este libro se cuenta la verdad sobre la casa del personaje de Chespirito y de paso que fue lo que ocurrió con el barril donde se dice que dormía.

Qué pasó con el barril

En el libro, Roberto deja claro que el barril quedó abandonado en el set de Televisa por muchos años, para ser preciso hasta el 2012 cuando salió la noticia sobre una posible subasta de algunos artículos del programa. En el caso de la casa del Chavo terminó en España.

De acuerdo con la información, una bodega de vinos de La Rioja, España, fue la encargada de comprar el barril por un monto cercano de 3 mil pesos. Se dice que la compra fue bastante cuestionada por la calidad del material, su capacidad y la historia que tenía para los fans y la televisión mexicana.

Dentro del libro también se dejó claro que en realidad no era la casa del protagonista de la serie, ya que eran sus amigos siempre lo invitaron a quedarse en sus casas por las noches, es decir, nunca tuvo que dormir en el barril. Este dato no se vía en los programas, por lo que fue una gran sorpresa cuando se publicó el libro en 1995.

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