En el mundo del espectáculo, Andrea Legarreta y Erik Rubín son una de las parejas más aclamadas. No solo por el gran éxito que como conductora y músico han amasado con los años, también por la amorosa relación que mantienen entre ellos y con sus hija, Mía y Nina.
Como una estrella que ha trabajado desde muy joven, Erik Rubín ha conseguido hacerse de una hermosa casa que comparte con su familia. Hasta ahora se desconocía por completo el interior de su domicilio, pero en su reciente participación en el programa de HBO Max, “Divina comida”, el cantante de ascendencia ucraniana abrió las puertas a las cámaras y dejó ver cada parte del inmueble.
Durante el capítulo 14 del programa, Erik Rubín fue el anfitrión de una cena para Dulce María, Alex Lora y María León. Antes de recibir a los invitados, el cantante mostró su mansión al sur de la Ciudad de México que entre los primeros y más notorios detalles está la carencia de paredes para dividir los diferentes cuartos del primer piso.
La propiedad tiene un iluminado comedor con sillas forradas de un tapiz blaco y negro que rodean la gruesa mesa blanca donde cenará con sus invitados, hay amplio recibidor y dos salas de estar con sillones en colores tierra que contrastan a la perfección con los toques coloridos de algunos almohadones.
“Soy clavado de la decoración, del orden, de la limpieza”, señala el mexicano y se nota. Cada espacio parece meticulosamente decorado con plantas y flores de distintos tipos. De hecho, en esa zona se encuentra un jardín interior con cactus y plantas desérticas que dan un toque de naturaleza a la casa.
Como todo buen artista, Erik Rubín tiene un pasillo donde cuelga los reconocimientos y premios que ha recibido a lo largo de su carrera. En la parte baja del domicilio construyó un estudio de grabación a donde, según sus propias palabras, baja a grabar y practicar para no molestar a Andrea y sus hijas con el ruido.
Finalmente, la cocina del cantante tiene azulejos con garigoleados blanco y negro y una elegante alacena blanca.
Durante las cuatro cenas del programa, los famosos dedicaron tiempo a descubrir detalles íntimos de sus compañeros y lucharon por ganar como el mejor anfitrión o anfitriona, disfrutando la compañía y anécdotas divertidas de cuatro grandes estrellas mexicanas.
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