Este famoso actor era conocido como “El emir de la canción” al comenzar su vida artística como cantante, quien decidió retirarse en los años 60 y terminar con su carrera debido a una terrible enfermedad que padecía, la cual le quitó la vida en los años 90, cuando tenía 78 años.
Antonio Badú actor y cantante mexicano de origen libanés, es conocido por las películas que grabo en la Época de Oro del Cine Mexicano. Su nombre real era, Antonio Namnum Nahes, pero tomó su apellido debido a que su madre acostumbraba llamarlo Badúe, palabra árabe que significa beduino.
Nació en Real del Monte, en Hidalgo, donde comenzó a trabajar como panadero, hasta que decidió probar suerte en la Ciudad de México. Llegó a vivir a una vecindad en el barrio de la Merced, donde conoció a otra futura estrella, el actor Mauricio Garcés, con quien llevó una gran amistad.
Comenzó su carrera artística como cantante, cuando se presentó en el programa "La Hora Azul" de la estación de radio XEW, y fue el locutor Pedro de Lille quien lo llamó “El emir de la canción”, por su origen libanes.
Antonio Badú en el cine
Antonio debutó en el cine en 1938 con la cinta "Padre mercader", de ahí le siguieron algunos papeles secundarios, pero su primera oportunidad estelar llegó en 1943, al protagonizar “La feria de las flores”, junto a María Luisa Zea y en la que recomendó al entonces desconocido Pedro Infante.
El actor grabó películas junto a importantes figuras de la Época de Oro, como son: María Félix, Jorge Negrete, María Elena Marqués y Amanda del Llano.
En 1946 filmó la cinta “Cantaclaro”, actuación que le significó una nominación como mejor actor, misma cinta en la que trabajó junto a quien sería su esposa, la diva Esther Fernández, con quien mantuvo un noviazgo de 5 años y un matrimonio de casi 2.
También protagonizó con Infante la película "El gavilán pollero", donde también trabajó la actriz Lilia Prado. Otros trabajos sobresalientes fueron "Una gringuita en México" (1951) con Martha Roth; "Los hijos de María Morales" (1952) y "Póker de ases" (1952) con David Silva, Luis Aldás y Luis Aguilar.
Así terminó su carrera
Hacia la década de los años 60, la carrera de Antonio Badú comienza a decaer, sin embargo, su gran amigo Mauricio Garcés lo convence para trabajar a su lado, en lo que serían sus últimos trabajos como actor.
En 1985, decide retirarse de toda actividad artística, debido a que fue diagnosticado con enfisema pulmonar, ocasionado por su adicción al cigarro, ya que se dice que el actor fumaba hasta 3 cajetillas diarias. En marzo de 1993 se enfermó gravemente y fue internado en el Instituto Nacional de Nutrición, donde le extirparon un pulmón debido a lo avanzado del cáncer que presentaba.
Luego de ser diagnosticado con esta terrible enfermedad, se recluyó en su casa ubicada en la Colonia Roma. Sus últimos días los dedico a escribir sus memorias, las cuales fueron publicadas dos meses antes de morir. Badú murió el 29 de junio de 1993.