Desde que Zayda Peña nació, un 5 de marzo de 1981, su madre, Blanca Aidée Arjona, abogada y ministerio público en Matamoros, no imaginaba que su hija iba a ser cantante. A Zayda le encantaba la música, desde los 16 años le anunció a su madre que quería ser cantante y mientras estudiaba el bachillerato, se incorporó a una agrupación amateur conocida como la Rondalla Femenina de Matamoros, donde destacó por su voz y carisma deslumbrante, sus ojos verdes y su rubio cabello. Así fue como aprendió a cantar en público.
Tiempo después conoció a Lupe Esparza, el vocalista de Bronco, quien la apadrinó. En 1997 apareció su primer disco, llamado 'Enamorada', donde cantaba balada romántica, Pero después, siguiendo el consejo de Lupe Esparza, se unió a otros talentosos músicos del regional mexicano para crear la agrupación Zayda y los Culpables. Uno de sus éxitos fue la canción Amor Ilegal.
Por lo que sus canciones comenzaron a tocar terrenos del narco, el contrabando, dando origen a las canciones de narcocorrido, que fueron tan populares en las voces de intérpretes como 'Chalino' Sánchez y Valentín Elizalde, 'El gallo de oro'. Otro tema que ella hiciera famoso es "De contrabando", la canción que también interpretara la famosa Jenni Rivera, quien tuvo un destino por igual trágico cinco años después.
O la famosa canción: "Como mariposa", muy al estilo de la también cantante Alicia Villarreal.
La noche de su muerte
En la noche de su muerte, pocos saben cómo sucedieron las cosas. Fue un viernes 30 de noviembre de 2007. Ella y su mejor amiga Ana Bertha González. Habían acudido a un concierto de Alejandra Guzmán. Tras el evento, Zayda se instaló en el motel Mónaco, de la ciudad de Matamoros, que por cierto, no tenía cámaras de seguridad, pero hubo testigos señalaron que alrededor de las 11 de la noche, un vehículo de color cereza, hizo su llegada al lugar, e ingresaron a donde se hospedaba Zayda.
Zayda Peña Arjona fue atacada a tiros dentro del motel pero vivió para contarlo. Se dice que ahí en el lugar de los hechos, falleció su mejor amiga Ana Bertha y un empleado del sitio. De los balazos que recibió, tenía un impacto de bala que perforó su mandíbula y salió por la espalda, pero por fortuna no había herido arterias u órganos de vital importancia. De nada sirvió sobrevivir a este lamentable y cobarde ataque. Zayda fue asesinada horas más tarde en un hospital, en el que se recuperaba de los disparos que había recibido horas antes, según fuentes oficiales.
La artista finalmente falleció tras ser atacada por segunda vez después de ser ingresada en el hospital Alfredo Pumarejo de Matamoros, y de convalecer gravemente por el primer ataque.
El segundo ataque lo perpetuó un misterioso homicida, que se supone formó parte del escuadrón que quiso acabar con su vida desde el motel. Este sujeto se introdujo de incógnito en las instalaciones del hospital, se internó por los corredores, y se acercó hasta el quirófano donde la cantante se restablecía de una difícil operación, quien apenas había sobrevivido a dicha masacre. Sin hacer ruido, se acercó a la cama, le apuntó con un arma tipo escuadra y le disparó en repetidas ocasiones en el cuerpo y rostro.
La peor noticia que una madre puede recibir
Horas antes de este segundo ataque, la madre de Zayda, quien ya había sido notificada de cobarde y violento ataque a su hija, y que había acudido a verla al nosocomio, se había percatado que estaba luchando por sobrevivir. Ella se retiró del hospital alrededor de las cuatro de la madrugada, y poco antes de las 6 de la mañana, finalmente acabaron con los sueños de una joven cantante que no le hizo daño a nadie.
Los disparos a quemarropa fueron precisos y certeros. Cumplieron con los planes que tenía el destino para Zayda. Se sabe que su asesinato fue ante la mirada atónita de médicos, enfermeras y guardias de seguridad que nada intentaron hacer para evitarlo.
Y después de su muerte, ¿qué?
La muerte de Zayda Peña quedó sin resolver, y han pasado desde entonces casi 13 años de esa terrible noche, en que su madre sintió que la vida se le fue tras perder a su hija. Hasta hoy, las especulaciones siguen, pero su muerte se suma al trágico legado de varios cantantes gruperos y de narcocorridos.
Por Redacción Digital El Heraldo de México
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