La reforma al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) “es un cambio radical” que implica riesgos y cuyas reglas secundarias deberán ser vigiladas para proteger los 2.4 billones de pesos que son propiedad “imprescriptible” de los trabajadores e incluso de sus beneficiarios.
Rolando Silva Briceño, vicepresidente Fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Público (IMCP) señaló que “riesgos, por supuesto que hay, la reforma es un cambio radical, que le regresa al Infonavit la facultad de constructor, la intensión es buena pero compleja, entonces habrá que ser puntuales con el seguimiento”.
Y es que el 13 de febrero, con 71 votos a favor, 36 en contra y dos abstenciones fue aprobada en el Senado de la República la reforma a la Ley del Infonavit, misma que ya fue turnada al Ejecutivo para su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Edgar Enríquez Álvarez, presidente de la Comisión representativa ante organismo de Seguridad Social del IMCP, indicó que con la reforma el instituto podrá coordinar y financiar programas de construcción, además de administrar las viviendas destinadas a ser adquiridas en propiedad o arrendamiento social.
Los puntos clave señalo Enríquez serán: crear una empresa filial constructora; las casas podrán rentarse con opción a compra; se homologan los órganos de gobierno con 30 integrantes (10 de cada sector, trabajadores, gobierno y empresas); aunque el Infonavit tendrá un mayor control de los recursos.
Coincidió en que hay un riesgo, que ha sido utilizado como golpeteo político.
PAL