El boxeador mexicano Rafael Espinoza ya tiene en su poder el cinturón que lo acredita como monarca pluma de la Organización Mundial de Boxeo.
En una ceremonia en Carozal, Puerto Rico, y acompañado por su familia y equipo de trabajo, recibió el fajín, que le arrebató el fin de semana pasado, al cubano Robeisy Ramírez, en una pelea que se perfila como gran favorita para ser resaltada como la del año 2023.
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“Estos días no he querido ni dormir, qué tal si me voy a dormir y cuando despierte me doy cuanto que esto no es cierto”, reconoció durante el evento el boxeador que se coronó en su primer intento mundialista.
Se lleva la victoria por decisión mayoritaria
Rafael llegó en calidad de desconocido a enfrentarse a El Tren Robeisy, quien buscaba su segunda exposición; sin embargo, logró levantarse de una aparatosa caída, para llevarse la victoria por decisión mayoritaria.
Con esa muestra de corazón y hambre, el tapatío - quien mantiene su récord invicto desde su debut en el profesional (24-0, 20 nocauts) - logró acaparar la atención de la categoría de las 126 libras y de paso echó a perder las intenciones de Robeisy de enfrentarse al campeón Luis Alberto López, actual dueño de la diadema de la Federación Internacional de Boxeo.
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Para lograr esta hazaña, el mexicano sumó a su esquina al renombrado entrenador de origen mexicano, Manny Robles, quien también diseñó la estrategia con la que el cachanilla Andy Ruiz logró uno de los triunfos más importantes del boxeo tricolor: vencer por nocaut al inglés Anthony Joshua y convertirse en el primer mexicano campeón de peso completo, en 2019.
El cinturón de campeón le fue entregado al Divino Espinoza por el exmonarca boricua y futuro miembro del Salón de la Fama, Iván Calderón.
DRV