Ante el alza en la demanda de pruebas rápidas de COVID-19 los precios de estos servicios han incrementado hasta en 60 por ciento, de acuerdo con datos de las empresas privadas.
En Grupo Medico Shima la prueba rápida, cuyo resultado se da en 20 minutos aproximadamente, se encuentra a un precio de 399 pesos, sin embargo, hasta la semana que terminó el 14 de enero esta se vendía en 250 pesos.
Un ejecutivo de atención a clientes de la compañía confirmó que el alza se debió a que están enfrentando una elevada demanda de las pruebas.
Antonio Pascual Feria, presidente de la Asociación Nacional de Farmacias de México (Anafarmex), señaló que no se observa un alza generalizada de precios en los establecimientos sino que se trata de casos aislados.
“El incremento en la demanda es una situación lógica por el alto nivel de contagios y no sólo está pasando en México, sino en todo el mundo”, mencionó.
Dijo que los usuarios que consideren que están siendo víctimas de abuso en los precios pueden acudir a la Profeco. Este medio consultó a esa institución y dijo que este tema corresponde a Cofepris, a su vez esta última instancia respondió que no tiene injerencia en precios, sino en temas de calidad, seguridad y efectividad de los insumos.
Datos de la plataforma Our World in Data indican que entre el primero y 15 de enero, la última fecha disponible, las pruebas en México se dispararon 94 por ciento, al pasar de 0.17 a 0.33 análisis por cada mil habitantes.
PAL