El camino de Jack Bech hacia la NFL ha estado marcado por la perseverancia, el esfuerzo y, más recientemente, una profunda tragedia. El receptor creció en Lafayette, Luisiana, emulando a su hermano mayor, Tiger Bech, quien no solo fue su inspiración en el fútbol americano, sino su modelo a seguir en la vida.
Desde niño, Jack se enfrentó a desafíos jugando contra amigos de su hermano, muchos años mayores y más experimentados. Sin embargo, esa formación ruda rindió frutos. Ahora, Bech se encuentra en Indianápolis participando en el combine de reclutamiento de la NFL, un paso crucial en su carrera profesional. Pero a diferencia de los otros 328 jugadores invitados, su llegada al evento estuvo teñida de dolor y homenaje: su hermano Tiger fue una de las 14 víctimas fatales en el atentado de Año Nuevo en New Orleans.
Sé que sus alas estarán sobre mí de ahora en adelante. Me ha llevado a nuevas alturas, y aunque he trabajado duro toda mi vida, siento que ahora estoy en un nivel completamente nuevo. Sé que él estará conmigo y tendrá el mejor asiento de la casa de aquí en adelante”, dijo Jack Bech en la víspera de sus pruebas físicas.
¿Qué le paso a Tiger Bech, promesa de la NFL?
El inicio del 2025 fue devastador para la familia Bech. Tras cerrar su mejor temporada universitaria con 62 recepciones, 1,034 yardas y nueve touchdowns, Jack se preparaba para el Senior Bowl cuando la tragedia golpeó. El 1 de enero, Tiger Bech, de 27 años, perdió la vida en un acto de violencia sin sentido en New Orleans. La noticia sacudió el mundo del fútbol americano universitario y dejó a Jack en la difícil tarea de equilibrar su duelo con la preparación para su futuro en la NFL.
Pese al dolor, Jack Bech decidió rendir homenaje a su hermano en el Senior Bowl. En lugar de sus números habituales en LSU y TCU, portó el número 7, el mismo que Tiger usó en Princeton. Además, los organizadores del evento colocaron calcomanías con el mismo número en todos los cascos de los jugadores. El destino pareció darle un guiño cuando, con siete segundos en el reloj, atrapó un pase de touchdown que selló la victoria del equipo Americano. Con seis recepciones, 68 yardas y el título de Jugador Más Valioso, Bech sintió la presencia de su hermano en cada jugada.
Fue algo increíble. Todo el amor y apoyo que recibí, no solo de mis compañeros, sino de todos en el equipo Nacional también. Fue un momento que nunca olvidaré” dijo Jack Bech.
Jack Bech brilla en la Combine NFL
Ahora, en Indianápolis, el escenario es distinto. Aquí los números de camiseta se asignan alfabéticamente y Bech lleva el WO 04. Sin embargo, su verdadera motivación va más allá de un dorsal. Con zapatillas de Princeton como tributo a su hermano, participó en las pruebas del combine, donde destacó en el salto vertical (34 1/2 pulgadas) y en el salto de longitud (diez pies, cinco pulgadas), dejando claro que su determinación sigue intacta.
Del mismo modo, otros cinco jugadores presentes en el combine también estuvieron en New Orleans la madrugada del ataque: Riley Leonard y Beaux Collins de Notre Dame, así como Trevor Etienne, Dominic Lovett y Arian Smith de Georgia. Para Bech, el evento significó mucho más que exhibir su talento ante los cazatalentos: fue una nueva oportunidad de honrar a su hermano.
Tener un hermano mayor me enseñó a ser fuerte. Si quería estar con los grandes, tenía que actuar como uno. Me golpeaban, pero eso me hizo quien soy hoy: fuerte y resistente”, expresó Jack Bech.
