Un mediodía del viernes 6 de mayo, el cruce entre Avenida Paseo de la Reforma y Avenida Insurgentes estaba más tranquilo que de costumbre, no había tráfico, aunque las almas sí abundaban cerca de la Cámara de Senadores, pues como ya es de costumbre se encontraban los del “Plantón 420”, los activistas por la legalización de la marihuana. Una cuadra adelante, justo en la esquina de la calle Paris, en la colonia Tabacalera se encuentra un antiguo edificio de dos pisos que en la fachada tiene un letrero grande con unas letras de tipografía moderna que decían “MUFO”, las siglas de “El Museo del Futuro”, un museo que parece ser diferente a los tantos que hay en la Ciudad de México, para muchos algo fuera de lo común.
De repente, un joven de como veintitantos años, que portaba una camisa gris con las siglas del museo, abrió las puertas de aquel edificio de dos pisos, que antes de ser “El MUFO” fue el Antiguo Hotel Reforma. La entrada estaba algo oscura, daba la sensación de ser una atracción en un parque de diversiones, no un museo.
Posteriormente, el joven dio una bienvenida muy entusiasmada al grupo de visitantes que ya se había formado. De inmediato, indicó donde estaba la taquilla para comprar los boletos, -$300 general, estudiantes 50 pesos-, la cual era atendida por una joven bastante amable.
Tras esperar unos cuantos minutos, llego el encargado, quien dio una breve explicación del museo y todo lo que se puede apreciar dentro de este:
“Bienvenidos al Mufo, mi nombre es Arturo. Dentro de su recorrido por el museo estarán visitando cinco salas, de las cuales tres son las principales, las cuales son: Ouchhh: “Datos como pintura, Algoritmo como pincel”, Tundra: “The Day We Left Field”, Antoni Arola: “Percepcions”. Las otras salas están conformadas por la Galería Mufo, la cual cuenta con una galería de arte digital y NFTS, la “Reflex Mufo” y el Lunar”.
Un campo de luces led: “The Day We Left Field”
“The Day We Left Field”, el nombre del primer espacio inmersivo del museo, una sala que emita los sonidos y sensaciones del campo, te acuestas y aprecias las luces led que aparecen del techo, primero verdes, luego moradas y después rojas.
Realmente la sala te hacía sentir en el campo. La música y las luces del techo, que en sincronía formaban un gran pastizal de luces, te hacían sentir como si fueras parte de una novela ciberpunk, era como estar en la película futurista de los ochenta Blade Runner. La experiencia dentro de la sala creada por un grupo de artistas rusos que se hacen llamar “Tundra” (Tortosa, 2021), te transportaba a otra dimensión:
Galerías digitales
La siguiente sala se titula: “The NFT Yearbook”, una exposición de arte digital.
Al llegar a la galeria, los llamados NFT (Token No Fungible), esos tokens criptográficos que han revolucionado el mundo del arte en los últimos años, se encontraban por todas partes. La famosa colección de NFTS “Los monos aburridos”, los cuales se cotizan en cientos de miles de dolares (BBC, 2021), sobresalían en la galería.
Más adelante, se encontraban una serie de obras que formaban parte de un conjunto de nombre “Reflex MUFO”, un conjunto de obras en las cuales una cámara con forma de espejo hacía un autorretrato de tu imagen digitalizada con varios tipos de formas.
Los sentidos a tope: “Datos como pintura, Algoritmo como pincel”
¿De qué se puede tratar la siguiente sala?, una pregunta que surgía hasta que se respondió cuando un trabajador, que se encontraba en una rampa para subir a la sala, abrió la cortina negra que daba acceso a: “Datos como pintura, Algoritmo como pincel”, un espacio temático en donde hay varias pantallas con pinturas digitales creadas con la ayuda de datos, programación de algoritmos e inteligencia artificial. Al ingresar a este espacio la primera sensación es impactante para los sentidos. Sonidos fuertes inexplicables, acompañados de vibraciones; imágenes que parecían un cerebro con procesos mentales aparecían en el techo, suelo y paredes; la piel se erizaba por completo, la sala provocaba un sinfín de sensaciones.
Es increíble pensar que la obra artística creada por “Ouchhh”, un estudio creativo turco, (que se dedica a combinar el arte, la ciencia y la tecnología) haya creado un espacio temático con pinturas y sonidos inspirados en el futuro, que bien podrían ser una de las obras de arte más avanzadas de la actualidad.
Una experiencia azul y rosa: “Percepcions”
Para conocer la siguiente sala era necesario ponerse unos cubre zapatos que había en una canasta, esto para no ensuciar el piso blanco dentro de sala. Ya con los cubre zapatos puestos era momento de conocer la sala.
Al entrar a “Percepcions”, la primera impresión fue de dos espejos grandes girando en su propio eje. El espejo del lado izquierdo estaba iluminado por una luz azul, mientras que el del lado derecho estaba iluminado por una luz rosa, la cual resaltaba más que la azul en la sala temática, previamente todo el mundo hablaba de “la sala rosa con música”.
Mientras los espejos giraban, una música de Chachachá los acompañaba. Todos los visitantes de la sala veían sus reflejos en los espejos iluminados por los colores azul y rosa. Los espejos parecían mágicos, superponían las imágenes de las personas, parecía que estaban abriendo una puerta a otra dimensión o universo y es que, para el catalán Antoni Arola, creador de este espacio temático, el propósito de esta sala es sugerir un cambio de conciencia en el espectador, el cual lo sumerja en un entorno de movimientos y reflejos que cambie su percepción (The Light Report, 2022).
Pasaron un par de minutos y el Chachachá que se escuchaba al inicio se cambió por música clásica, la cual enriquecía más la experiencia de reflejos de personas y puertas. Finalmente, una canción estilo Pink Floyd empezó a sonar para culminar la experiencia que te transportaba a otra realidad colorida por la dualidad entre el azul y el rosa.
Conociendo más a detalle El MUFO
Lo que hace diferente al “MUFO” en la opinión de Arturo Vargas, un joven encargado del registro del museo es que posee arte muy conceptual, diferente a los gustos convencionales, por eso le decimos El Museo del Futuro. La verdad está interesante el concepto, ya depende de los gustos de las personas para saber si les gusta o no, depende mucho de la perspectiva”.
Después de terminar de visitar el museo, se tomaron un par de fotografías para complementar toda la información previa recolectada durante esta visita, que es indescriptible describir, debido a las sensaciones que deja a sus visitantes, pues es muy distinto al museo convencional que nada más te permite contemplar una obra de arte sin usar el resto de tus sentidos. “El MUFO”, es único en su tipo, porque logra algo que muy pocos museos en la ciudad consiguen: Vivir el arte muy de cerca.
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mgm