MIGUEL ÁNGEL PINEDA

Elías Nandino, Los vasos comunicantes

"Elías Nandino tiene el don del viento. De estar donde no se piensa, pensar donde no se siente. Su poesía es traviesa, fina, humana", José Tlatelpas habló así del poeta jalisciense

CULTURA

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Miguel Ángel Pineda / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

"Elias Nandino tiene el don del viento. De estar donde no se piensa, pensar donde no se siente. Su poesía es traviesa, fina, humana. Es un grito casi acantilado sobre el terror de la muerte de los cuerpos y la muerte del orgasmo".
 
José Tlatelpas habló así del poeta jalisciense que llamó las cosas por su nombre, que incorporó a la poesía mexicana  vasos comunicantes inéditos, provocadores.
 
Elías Nandino Vallarta nació en Cocula, Jalisco, el 19 de abril de1900.
 
La poesía ya había germinado siendo aún estudiante de bachillerato en Guadalajara.

Elías Nandino Vallarta nació en Cocula, Jalisco, el 19 de abril de1900


 En la ciudad de México ingresa a la Escuela de Medicina y convive con Xavier Villaurruria, Carlos Pellicer, Salvador Novo. Emergía el grupo Los contemporáneos. Nandino fue compañero de ruta pero no integrante. Fue una tendencia propia, una corriente literaria donde la provocación y la legítima expresión de sus emociones permeó su poesía.
 
“Con mis labios valoro tu presencia
ungida en sombra -oscurecido vino-
siguiendo el suave litoral marino
de la medrosa flor de tu inocencia”.
 
Con residencia en el hospital Juárez  se la vivía entre morgues y comisarías, y le cantó como Walt Whitman en “Hojas de hierba” a los cuerpos atléticos de los jóvenes, en su caso de reclusos.
 
“El azul es el verde que se aleja…
Y en el azul que esconde la evidencia:
yo descubro tu faz inolvidada
y sufro la presencia de tu ausencia”.
 
Escribiría Nandino en el poema “Mi primer amor”.
 
“Creo que en mi vida logré hacer una simbiosis entre la medicina y la poesía…entre el dolor y la muerte, entre el amor y el misterio”, diría de su vocación de cirujano y poeta.
 
Editó Cuadernos de México Nuevo, Estaciones. Revista literaria para “alentar a los que se incian”. José Emilio Pacheco y Carlos Monsiváis dirigían la sección Ramas nuevas. De 1960 a 1964 editó los Cuadernos de Bellas Artes.
 
En estas revistas incluyó textos de todas las generaciones de escritores que habitaban  universos literarios disímiles. 
De estridentistas a los Contemporáneos, de Jaime Sabines a los jóvenes poetas  y narradores que daban a los años sesenta una voz nueva a la literatura nacional.

Se publicaron textos de Beatriz Espejo, Sergio Pitol, Andrés Henestrosa, Rosario Castellanos, Hugo Argüelles, entre decenas de autores.
 
Nandino publicó en periódicos y revistas reseñas, críticas y ensayos.
 
Con un erotismo cada vez más acendrado, el aliento poético de Elías Nandino es definido por Vicente Quirarte como “una conciencia corporal, aquella que no ha dejado de hundir su bisturí en las profundidades de la carne, en busca de las causas últimas de sus deleites y sufrimientos”.
 
En 1975 el INBA honró al divulgador cultural fundando el Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino, convocado en la actualidad también por el gobierno de Jalisco.
 
De 1928, cuando edita “Espiral”, a “Erotismo al rojo blanco”, de 1983, publicó más de 20 poemarios. “Juntando mis pasos”, es su autobiografía póstuma.
 
Elías Nandino se retiró a pasar sus últimos años a Cocula. Falleció en 1993. El reconocimiento nacional  a su obra contradijo a uno de sus poemas más conocidos:
“Tengo miedo a caer
sin nombre,
sin memoria y sin cuerpo,
en la eternidad
del olvido y del silencio”.
 
Miguel Ángel Pineda es autor del libro Temas de teatro.

Ensayista.

 

 

 

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