consta de 12 piezas

Javier Sánchez y su reflexión sobre la relación entre el lienzo, la máquina y el sonido

El artista expone "Observación y pensamiento" en la galería Proyecto H, hasta diciembre próximo

Javier Sánchez y su reflexión sobre la relación entre el lienzo, la máquina y el sonido
La muestra permanecerá disponible al público hasta el 15 de diciembre Foto: Especial

Mientras caminaba por un banco de piedras de una mina de Aculco, Estado de México, Javier Sánchez (Ciudad Nezahualcóyotl, 1981) fue encontrando similitud entre el material que pisaba y sus cuadros “tenían la característica de ser piedra procesada por la mano humana, por máquinas, no es piedra natural que sacas de la tierra, sino que tiene un proceso posterior y también tiene la metáfora de que de un lado ves la forma de la piedra, pero si lo ves del otro ángulo, tiene otra forma”, dice.

Al joven artista le pareció que el perfil de las rocas era similar al de las formas que estaba plasmando en lienzos: “se trataba de formas que no son definitivas, de un concepto de que la forma tiene múltiples posibilidades y no querer dejar que se imponga un discurso tan preciso, sino que es algo más abierto”, dice.

Recolectó desechos electrónicos de tianguis Foto: Especial

Sánchez eligió entonces un conjunto de piedras, de diferentes formatos, para elaborar una de las piezas que conforman su exposición Observación y pensamiento”, exhibida en la galería Proyecto H. Las colocó en el centro, como conformando un cuadro de los que cuelgan de las paredes, entre un cinescopio, que aleatoriamente va transmitiendo también formas similares a las de las pinturas.

“El concepto, la intención de ‘Observación y pensamiento’ viene mucho del proceso de hacer pintura y de hacer una serie de obras que no sean objetivas, que no sean relacionales con el exterior sino con un proceso más interno y también hablando mucho sobre el color, sobre las formas y sobre la abstracción”, cuenta.

Recolectó desechos electrónicos para la muestra

Además de nueve obras pictóricas al óleo, cuatro de gran formato y cinco de formato intermedio, el artista colocó una instalación central de piedras y video, y creo “Obsolescencia temporal”, una video instalación sonora que consiste en una máquina generadora de ruidos e imágenes a partir de tecnología obsoleta recuperada de aparatos electrónicos recogidos en tianguis y mercados de segunda.

Elaboradas en tonos opacos, las “Pinturas no objetivas” de Sánchez no son simétricas intencionalmente, parten del uso del blanco, el negro y el naranja, y las múltiples mezclas y combinaciones que pueden surgir de estos colores, son como manchas que se superponen unas a otras. “Las pinturas están intencionalmente hechas a lo contrario de lo simétrico, con la intención de que de ninguna forma, si la partes a la mitad, salgan dos iguales, es justamente una intención planeada y también tiene que ver con la construcción de cómo en la mente, en el pensamiento, en mi caso, estaba intentando plasmar desde una forma no literal, ni figurativa”.

“Ya que estaban hechos los cuadros, lo que hice fue sacar fotografías de las formas y de algunos ángulos de las pinturas para trasladarlos a la máquina con la intención de que las pantallas sean un estilo de ventana donde también se pueden observar, con un proceso de manipulación con la máquina, darle todavía más vida y trasladarlos a otro tiempo y, al mismo tiempo, trabajar el sonido, que hace una relación con la imagen, con el color y con estas formas”, explica.

La forma también interesaba a Sánchez a la hora de desarmar la tecnología obsoleta que usó para crear su máquina de ruido e imagen: “Lo que hice fue recolectar en lugares de segunda, tianguis, mercados, desecho electrónico para llevarlo a mi estudio, lo desarme, saque los circuitos, los ensamble sobre una estructura de PTR y en una base de madera, con la intención de evidenciar el circuito electrónico y cómo está hecho, observar estas formas que están dentro de los circuitos”.

En ellas, dice, “incluso hay relaciones con las pinturas y también se da un proceso de manipulación y alteración de los circuitos para generar sonidos, son cortocircuitos de bajo voltaje, que lo que hacen es que afecta al sonido y a la imagen para generar otras estéticas sonoras y hacer relaciones con la obra plástica”.

La obra de Sánchez no tendría sentido sin el sonido: “El sonido es una parte muy importante, aunque a veces no es tan obvio, porque si no está sonando la pieza hay gente que no lo relaciona, pero para mí si es esta cosa más sutil que no puedes ver ni tocar, el sonido en mi exposición tiene la intención de generar un ecosistema como de un lugar en donde entras y hay una relación de la abstracción sonora; la intención siempre fue hacer fragmentos, pedazos que no evocaran una composición musical sino más un lugar de abstracción sonora, de la plasticidad del sonido”, dice.

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