¿Cómo será la educación en el 2030 y de qué manera transformará a las sociedades y su desarrollo? Esta es una de las muchas preguntas que ocupan la mente de millones de personas en todo el mundo.
Para aclararla, se lleva a cabo a partir de este 28 y hasta el 30 de enero la onceava edición de la Conferencia de Instituto para el Futuro de la Educación, un laboratorio multidisciplinario que el Tecnológico de Monterrey ha dispuesto para resolver éste y otros problemas mediante decenas de conferencias y grupos de trabajo.
“El Instituto para el Futuro de Educación es parte de la estrategia del Tec hacia el 2030 de crear, entre otras cosas, institutos que hagan investigación aplicada y multidisciplinar que busque dar soluciones holísticas a grandes problemas de la humanidad.
“Nuestro sueño es hacer investigación, innovación, emprendimiento, diseminación, consultoría. Y de esta manera buscamos transformar la educación superior y el aprendizaje a lo largo de la vida para mejorar la vida de millones de personas”, señala, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México, José Escamilla, director adjunto del Instituto.
El futuro está en los adultos
Una de las nuevas perspectivas abordadas por el Instituto para el Futuro de la Educación está enfocada en la educación continua y para los adultos, quienes ya forman parte de la población económicamente activa.
“Aunque es un concepto muy amplio, la Unesco habla de aprendizaje a lo largo de la vida, desde que nacemos hasta que morimos. Nosotros nos enfocamos sobre todo en educación para adultos. Y aquí mucho del foco es la educación para el trabajo.
“Tenemos que brindar a las personas oportunidades para aprender, desempeñarse en un trabajo cuando sea necesario volver a aprender. A veces ese trabajo deja de existir o cambiamos de puesto o tenemos que buscar un mejor trabajo y eso implica reinventarnos. Hay datos que hablan de que a lo largo de nuestras vidas nos vamos a tener que reinventar siete veces”, explica Escamilla.
De acuerdo con el especialista, no existen actualmente políticas públicas en América Latina que destaquen a la hora de intentar la capacitación constante en la fuerza de trabajo a lo largo de los años.
“Estamos caminando hacia un enfoque en que la educación superior y el aprendizaje a lo largo de la vida van a estar mucho más conectadas, vamos a ver el aprendizaje de los adultos como una espiral entre lo que aprendemos cuando estudiamos. Estamos trabajando mientras estudiamos, estudiamos mientras trabajamos y vamos y venimos de regreso.
“Las universidades ahora deberían reinventarse y, en lugar de pensarse como una institución tradicional con un currículum de cuatro años, repensarse como una institución de aprendizaje a lo largo de la vida con un currículum de 60 años”, concluye.
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