En nuestras sociedades, la decisión de ser madres o tener más descendencia está condicionada por un entorno social que da la espalda a la maternidad y por la ausencia de políticas públicas para poder conciliar nuestra vida personal, laboral y familiar. Es recurrente la falta de acompañamiento y corresponsabilidad desde el propio hogar y la inexistencia de redes de cuidado.
La falta de redes formales de cuidados está determinando la baja natalidad en países como España debido a un entorno que hace incompatible el desarrollo laboral con la maternidad y la familia. En ese país nacen 1.16 hijas o hijos por mujer respecto a los 2 en México. Y por supuesto la calidad de vida es distinta, lo que se refleja en un costo más alto de los bienes y servicios.
El estudio Sin madres no hay futuro realizado por una asociación civil española encontró que un 85% de las mujeres se ha sentido sola desde que es madre por no contar con los apoyos para poder conciliar. Esa soledad las orilla a renunciar a su trayectoria profesional, a no tener las hijas o hijos ni el número deseado lo que deriva en un impacto personal y emocional.
Especialmente en hogares monoparentales, las mujeres deben renunciar a su empleo o a puestos de responsabilidad (quizá eso explique en parte por qué el número de mujeres en puestos de alta dirección es bajo) al convertirse en madres y cuidar de su salud mental. También un número importante considera que la falta de apoyos familiares en momentos de necesidad les ha motivado tomar una decisión laboral para conciliar y cuidar mejor.
El informe sostiene que la penalización de la mujer madre en el ámbito laboral es una realidad indiscutible. Y que, si bien la incorporación masiva de la mujer en el mercado laboral en los últimos años le ha dado autonomía económica, todavía estamos muy lejos de la igualdad (la ONU calcula que al ritmo actual podría tomar 300 años) sobre todo cuando llega la maternidad.
Para revertir esa tendencia proponen que las empresas ofrezcan flexibilidad laboral, corresponsabilidad en el hogar, acompañamiento a la maternidad y redes sociales.
La calidad de vida también importa en países como España donde el costo de la vivienda, la educación, la salud y la responsabilidad de cuidados en el ámbito privado es superior a la de nuestro país, de ahí que un 60% de españolas renuncien a su carrera profesional al ser madres para asumir los cuidados por sí mismas o renuncien a ser madres. Los equilibrios son un reto mundial por el que debemos seguir luchando.
POR MTRA. CLAUDIA CORICHI
PRESIDENTA NACIONAL DE LA COLECTIVA 50 MÁS 1
@CLAUCORICHI
PAL