En el ocaso de la caída del imperio mexica y de México-Tenochtitlán a manos de los españoles liderados por el conquistador Hernán Cortés, nació Ichcaxóchitl Tecuichpo, la última princesa azteca; promigénita del tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, mejor conocida como Isabel Moctezuma.
Durante toda su vida, Isabel Moctezuma estuvo ligada a la tragedia, pues fue testigo de la caída y destrucción de su pueblo; además vio morir a su padre y vivió en carne propia la Noche Triste el 30 de junio de 1520.
Ante la muerte del emperador Moctezuma, Cuitláhuac fue elegido como su sucesor e Isabel fue obligada a casarse con él para hacer legítimo su reinado; sin embargo, al poco tiempo de su ascenso al trono, el líder mexica murió de viruela e Isabel fue casada con Cuauhtémoc, primo de su padre y último gobernante azteca.
Luego de la caída del imperio azteca a manos de los españoles, y ante la muerte de Cuauhtémoc, Tecuichpo quedó bajo el cuidado de Hernán Cortés y fue rebautizada como Isabel en honor a Isabel I de Castilla y conservó el apellido Moctezuma como legado del su herencia indígena.
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Linaje mestizo
Hernán Cortés se aseguró de ver por su futuro, por lo que decidió hacerla dueña de las tierras de Tlacopan y la casó con Alonso de Grado. El matrimonio duró poco menos de un año, pues el general español murió, por lo que Cortés decidió llevarla a vivir a su casa y tuvieron una hija, Leonor Cortés Moctezuma, quien era rechazada por su madre pues fue fruto de relaciones forzadas.
Finalmente, luego de un par de matrimonios fallidos más, Isabel Moctezuma contrajo nupcias con Juan Cano Saavedra, con quien encontró estabilidad y tuvo cinco hijos más: Juan, Pedro, Gonzalo, Isabel y Catalina.
Muerte y legado de Isabel Moctezuma
Isabel murió en 1550 y fue recordada por todos como una mujer amable y generosa. Antes de su muerte, hizo un testamento donde otorgó la libertad a todos los esclavos que trabajaban para ella y dejó dinero para pagar deudas y salarios de sus demás trabajadores. También dejó una herencia millonaria de prendas, joyas y otros productos a sus hijos, además de cederles las tierras de Tacuba.