La memoria, uno de los pilares de nuestra función cerebral, es más frágil de lo que pensamos. Aunque el envejecimiento juega un papel en su deterioro, nuestra dieta también tiene un impacto significativo. Según Lisa Mosconi, neurocientífica de Harvard y autora de Brain Food, lo que comemos no solo influye en nuestra salud física, sino también en cómo funciona nuestro cerebro.
Los nutrientes de los alimentos son esenciales para el buen funcionamiento cerebral, pero algunos alimentos pueden, en lugar de ayudar, acelerar la pérdida de memoria. En tanto, existen algunos alimentos que pueden poner en riesgo nuestra capacidad cognitiva, por lo que es recomendable evitarlos. Te contamos cuáles son los 5 para evitarlos y de esa manera, preservar tu función cerebral.
Estos son los alimentos que ayudan a la pérdida de memoria
Uno de los alimentos, es el azúcar, que en exceso tiene un impacto negativo directo en la memoria, especialmente en el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria y la función cognitiva. Además, aunque los edulcorantes artificiales, como la estevia o la sacarina, no contienen calorías, su ingesta excesiva también puede deteriorar las funciones cerebrales. En el caso de las frituras, tales como papas fritas o pollo frito, son especialmente perjudiciales para el cerebro debido a las grasas saturadas y trans que contienen. Vale mencionar que ellas reducen el flujo sanguíneo al cerebro, lo que afecta su capacidad para procesar información y recordar.
En el caso del alcohol en grandes cantidades tiene efectos negativos sobre las neuronas y puede aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como la demencia. Los expertos de Harvard subrayan que reducir el consumo es clave para preservar la función cognitiva a medida que envejecemos. Los alimentos ultraprocesados, como las gaseosas, pizzas, helados y papas fritas, son muy populares en la dieta moderna, pero tienen efectos dañinos sobre la salud cerebral. Estos productos suelen estar llenos de grasas saturadas, azúcares y sal, pero carecen de nutrientes esenciales como proteínas y fibra.
Los edulcorantes artificiales presentes en productos dietéticos son otra amenaza. Aunque se comercializan como alternativas saludables al azúcar, su consumo regular podría tener un impacto negativo en la memoria. Si bien no aportan calorías, tampoco ofrecen nutrientes esenciales, y algunos estudios han vinculado su ingesta con un peor rendimiento cognitivo.