Mundo de la música

El día en el que Santa Sabina invocó a presencias fantasmales durante uno de sus conciertos

La banda, encabezada por Rita Guerrero, era conocida por sus sonidos mágicos y quizás fue ésto lo que atrajo a presencias paranormales aquel día

El día en el que Santa Sabina invocó a presencias fantasmales durante uno de sus conciertos
Este concierto estuvo marcado por varios fenómenos paranormales que hasta las y los asistentes pudieron presenciar. Foto: Pinterest/Jorge Arturo Romero Aranda.

La historia del rock en México se encuentra pavimentada sobre leyendas urbanas y datos curiosos que no todo el mundo conoce y es que, para muchos músicos, es una realidad que la energía del público al entonar sus canciones puede llegar a ser tan poderosa que incluso llama la atención de otros planos energéticos, pues se piensa que al canalizar tantas personas, es posible que sucedan fenómenos inexplicables durante las presentaciones.

Pero entre las muchas bandas que existen (y han existido), pocas de ellas han logrado tejer una atmósfera tan mística y profunda como Santa Sabina. Su fusión de rock progresivo, jazz y elementos góticos creó un sonido único que resonó en el alma de sus seguidores; sin embargo, hubo una noche en particular que trascendió lo musical y se adentró en lo sobrenatural: el concierto en el Teatro de la Ciudad, donde las fronteras entre lo terrenal y lo espectral parecieron desvanecerse.

Santa Sabina fue una banda mexicana de rock formada en 1989 en la Ciudad de México por Rita Guerrero (voz), Alfonso "Poncho" Figueroa (bajo), Pablo Valero (guitarra) y Jacobo Lieberman (teclados). A lo largo de su trayectoria, lanzaron álbumes que son considerados un clásico dentro del rock nacional, como "Santa Sabina" (1992), "Símbolos" (1994) y "Babel" (1996). Tras la muerte de Rita Guerrero en 2011, la banda dejó de presentarse regularmente, aunque su legado perdura como una influencia significativa en el rock mexicano.

Así fue el concierto en el que Santa Sabina "invocó" a presencias paranormales con su música

Corría el año de 1997 cuando una noche fría y nebulosa el Teatro de la Ciudad (CDMX) se convirtió en el escenario donde Santa Sabina se presentaría ante miles de asistentes. Si de por sí, este recinto con su arquitectura majestuosa y su historia centenaria era imponente, las luces tenues y el aroma a incienso lograron crear una atmósfera casi ritualística, preparando el lugar para lo que sería una velada inolvidable, no sólo por la música, sino por la energía que se materializaría entre las y los asistentes.

El lugar, ya de por sí cargado con algunas leyendas, ya tenía fama entre los locales por ser "especial", pues algunos decían que estaba encantado; otros simplemente mencionaban que tenía una "energía rara". Y es que desde los ensayos, los técnicos de sonido notaron problemas extraños: micrófonos que dejaban de funcionar sin razón aparente, cables que parecían desenchufarse solos y un eco persistente que no podía eliminar. Aunque el equipo de producción atribuyó estos problemas a las condiciones del lugar, ésto pudo haber sido un indicio de lo que sucedería más adelante.

Fue así como desde el primer acorde, la voz de Rita Guerrero, etérea y poderosa, llenó el recinto e interpretando "Azul Casi Morado" la energía en el ambiente se hizo cada vez más intensa por lo que las y los asistentes, hipnotizados, se dejaron llevar por la música, sintiendo cada nota como un susurro en el alma. Cuando de pronto, las luces comenzaron a parpadear de forma errática y aunque esto podría parecer un fallo técnico, el equipo de iluminación aseguró que no habían activado ningún efecto especial en ese momento.

A medida que avanzaba la noche, la conexión entre la banda y el público se intensificaba, pero poco después de este primer incidente los instrumentos de algunos músicos comenzaron a emitir sonidos distorsionados, como si algo invisible estuviera interfiriéndose. Rita Guerrero, quien tenía una conexión profunda con las energías del entorno, comentó después que había sentido "una presencia" en el escenario y según su relato, era como si algo o alguien estuviera observándolos de cerca, interactuando con la música.

Este concierto quedó grabado en la memoria colectiva como una experiencia donde la música trascendió lo físico, abriendo puertas a dimensiones desconocidas.
Fotografía: Cuartoscuro/Oswaldo Ramírez.

Pero tal parece ser que ella no fue la única que sintió una energía extraña ya que varios asistentes en las primeras filas afirmaron haber visto "sombras" que se movían rápidamente detrás de los músicos, aunque no había nadie allí. Algunos describieron figuras humanoides, mientras que otros hablaron de destellos oscuros que aparecían y desaparecían.

El concierto más "especial" de Santa Sabina

A pesar de los incidentes, Santa Sabina continuó tocando, demostrando su profesionalismo y su capacidad para transformar cualquier situación en algo artístico. Rita, en particular, parecía imperturbable y canalizó la energía del lugar en su interpretación, por lo que al final del concierto, con una mirada profunda y enigmática, la cantante agradeció al público y mencionó que la noche había sido "especial", dejando la interpretación de sus palabras abierta.

Entre bastidores, los miembros de la banda discutieron lo sucedido, el bajista Alfonso Figueroa, afirmó que todo tenía una explicación técnica o psicológica, pero Rita insistió en que había sentido algo más profundo, algo que resonaba con la atmósfera casi mágica de sus canciones, energía que pudo haberse combinado con la energía del público y los fantasmas que han habitado el teatro por cientos de años.

Santa Sabina, con su arte, logró invocar emociones y presencias que desafiaron la lógica, recordándonos que, en ocasiones, el arte y lo sobrenatural caminan de la mano.
Fotografía: Cuartoscuro/Victoria Valtierra.

Fue así como este concierto quedó en la memoria colectiva de las y los asistentes y de la banda como una de las experiencias más inusuales en la carrera de Santa Sabina. Para muchos, fue un recordatorio del poder de la música para conectarse con lo inexplicable, lo emocional y lo espiritual; pero en el caso de Rita Guerrero, este tipo de experiencias no eran del todo nuevo, ya que ella siempre tuvo una sensibilidad especial hacia lo místico, algo que se reflejaba en sus letras y actuaciones.

¿Energía sobrenatural o simples fallos técnicos? Sea cual sea la respuesta, esta anécdota permanece como una muestra del magnetismo y el misterio que definieron a Santa Sabina, consolidándolos como una de las bandas más fascinantes del rock mexicano.

Sigue leyendo:

¿Sabías que una canción de Caifanes estuvo a punto de ser prohibida en México?

Así fue la última sesión de fotos de Kurt Cobain, se dice que acababa de tener una sobredosis

Temas