Elegir un colchón no es tarea sencilla, en el mercado hay tantas marcas como precios y la pregunta más importante que nos debemos hacer es, ¿qué estamos buscando al renovar el sitio donde dormimos? Esto se relaciona con el precio, pues si bien podemos encontrar colchones a precios muy accesibles, hay otros que superan los 20 mil pesos y todo tiene que ver con la calidad y la facilidad de descanso que prometen.
Para hacernos más sencilla esta elección, la Procuraría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de calidad a 19 marcas de colchones que nos prometen ser muy buenas. Los resultados se publicaron en la Revista del Consumidor del mes de octubre y en ellos se evaluaron características como:
- Los materiales (espuma, látex, muelles o combinaciones de estos)
- La tecnología de sus resortes
- Las espumas de acojinamiento
- El soporte
- La firmeza
- La durabilidad
- El confort
Una de las principales características de los colchones y lo que los hace diferentes es su sistema de resortes ya que son los encargados de dar la firmeza, el soporte y la comodidad al cuerpo, que a su vez se traduce en una calidad de sueño reparador óptima para despertar llenos de energía a la mañana siguiente. Además se clasifican de acuerdo con su firmeza en baja, media o alta.
Dormimundo tiene un colchón de 13, 000 pesos que vale cada peso para tu descanso
La marca de colchones Dormimundo tiene en venta el modelo Peace que se ofrece en un precio regular de 13 mil 149 pesos. Se encuentra dentro de un rango medio de precio y tiene una calidad de buena a excelente, por lo que la Profeco le pone una palomita de aprobación a este modelo ya que no tiene defectos, tiene 5 años de garantía, cumple lo que promete.
7 beneficios de tener un buen colchón para dormir
De acuerdo con expertos en medicina de la Clínica Mayo muchos factores pueden interferir en una buena noche de sueño, desde el estrés laboral y las responsabilidades familiares hasta las enfermedades. No es de extrañarse que el sueño de calidad a veces sea difícil de lograr, por ello tener un buen colchón nos puede ayudar a que tengamos un mejor descanso.
- Sistema nervioso: Un buen descanso ayuda a conservar la integridad del sistema nervioso y mejora nuestra capacidad de memoria y de aprendizaje.
- Corazón: Mientras dormimos, la frecuencia cardíaca es más lenta y esto deriva en una disminución de las hormonas relacionadas con el estrés, por ejemplo las hormonas cortisol, adrenalina y noradrenalina. Durante el sueño el corazón trabaja para repararse de los daños de día a día por la liberación de las hormonas del crecimiento y la melatonina.
- Circulación sanguínea: Al igual que el corazón, el aparato circulatorio realiza un menor esfuerzo durante la noche por la regulación del sistema neurovegetativo.
- Sistema inmunitario: Cuando estábamos enfermos nuestros padres siempre nos decían, duérmete y mañana te encontrarás mejor. Es un hecho, el sueño está relacionado con numerosos procesos omeostáticos, dormir bien fortalece las defensas y aumenta la resistencia del cuerpo a las enfermedades comunes.
- Piel: Quizá la piel es el tejido que más se beneficia durante el sueño. Si nos levantamos tras dormir en un colchón no adecuado o cuando no hemos podido dormir bien durante la noche por varios motivos, en la piel de la cara es la zona donde más se refleja el cansancio. Ojeras, piel arrugada y poca flexibilidad son algunas de las características que indican un sueño poco reparador. Durante un buen descanso el flujo sanguíneo cutáneo aumenta y elimina toxinas acumuladas durante el día, además aporta nutrientes necesarios para favorecer la recuperación celular.
- Ojos: La vista durante la noche descansa profundamente ya que durante el sueño se regenera el pigmento sensible a la luz (rodopsina).
- Actividad cerebral: Varios estudios han demostrado que un buen descanso es imprescindible para una adecuada salud mental. Durante el descanso el sueño permite reelaborar y fijar las experiencias y los aprendizajes vividos durante el día. Un descanso insuficiente puede provocar trastornos como la depresión y la ansiedad, además nos aumenta la irritabilidad tras un mal descanso.