El aire acondicionado es nuestro gran aliado para mantenernos frescos y cómodos durante las noches más calurosas del verano. Sin embargo, su uso prolongado y sin precauciones puede tener un efecto negativo en nuestra salud, especialmente en la garganta, que puede sentirse reseca e irritada.
Afortunadamente, existen varios trucos que nos permiten disfrutar del aire acondicionado durante la noche sin afectar a nuestra salud respiratoria y es por eso que a continuación, te vamos a mostrar algunos trucos que puedes hacer para que ese dolor de garganta no aparezca en esta ola de calor.
Ajustar la temperatura adecuada
La temperatura adecuada es clave para evitar la sequedad de la garganta mientras dormimos con el aire acondicionado encendido. Se recomienda mantener el termostato entre los 22°C y 24°C. Establecer un rango de temperatura óptimo nos ayuda a evitar extremos de frío que podrían contribuir a resecar nuestra garganta.
Utilizar un humidificador
Para que no tengas dolor de garganta, un humidificador es un aliado perfecto para contrarrestar el efecto del aire acondicionado. Agregar humedad al ambiente ayuda a mantener nuestras vías respiratorias húmedas y confortables. Colocar un humidificador en la habitación o cerca de la cama durante la noche es una solución efectiva para combatir la sequedad en la garganta.
No apuntar el flujo de aire directamente hacia la cama
Evitar que el flujo de aire acondicionado se dirija directamente hacia la cama y, en particular, hacia el área de la cabeza, es una forma efectiva de prevenir la sequedad en la garganta. Colocar el flujo de aire en dirección opuesta o hacia el techo ayuda a evitar que el aire frío alcance directamente nuestras vías respiratorias mientras dormimos.
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